Hay una nueva reina en el césped de Londres y su nombre es Angelique Kerber. La alemana jugó uno de los mejores partidos de su carrera profesional y alcanzó su tercer título de grand slam. La felicidad se multiplica porque es la primera vez que levanta la corona en Wimbledon y es la primera teutona, después de Steffi Graf en 1996, en salir campeona en el All England Club.
En el court central de Wimbledon, este sábado, Kerber venció a Serena Williams, estadounidense, por 6-3 y 6-3, luego de una hora y cinco minutos. La oriunda de Bremen demostró que cuando está en su mejor nivel no tiene rival. Tenía una prueba de fuego para levantar su primer título: Williams, que llegaba invicta desde el año 2014, cuando en tercera ronda cayó ante Aliza Cornet, y luego en 2015 fue campeona al igual que en 2016 y se ausentó en 2017. Pero Kerber superó la difícil vara y ganó el título.
"Cuando era una niña, siempre soñé con este momento, ha sido como un sueño hecho realidad. Todo lo que hice fue intentar aprovechar mis oportunidades cuando la situación me permitía ser agresiva. Nadie esperaba algo así después del mal 2017 que tuve, pero he sido capaz de recuperarme y mejorar mi situación. Sin esa temporada tan negativa no hubiera sido capaz de ganar este torneo. Ahora soy mucho mejor jugadora", dijo emocionado la alemana luego de su triunfo.
Con este resultado Kerber subirá al cuarto lugar de la clasificación mundial. Su corona en Londres se suma a las que obtuvo en 2016 en Australia y Estados Unidos. Su única misión pendiente, para completar el 'anillo grand slam', es Roland Garros en París.