En un verdadero entuerto jurídico se transformó la sanción del jugador de Barcelona, Michael Arroyo, quien fuera expulsado en el partido que el equipo canario disputó en Guayaquil ante Macará por la séptima fecha de la segunda etapa de Serie A.
En aquel juego el juez central exhibió la cartulina roja a 'gambetita' e hizo lo propio con el jugador celeste Carlos Arboleda. La Comisión de Disciplina de la Federación Ecuatoriana de Fútbol sancionó a ambos jugadores con dos partidos de suspensión por "insultos al rival".
Arroyo cumplió ya uno de los partidos de su sanción pero el departamento legal de Barcelona preparó una apelación a la sanción de la Disciplinaria para buscar que se revea la decisión y el volante pueda actuar este fin de semana en el clásico del astillero.
Este tipo de recursos se presentan ante el Tribunal de Apelaciones, un ente jurídico independiente a la dirigencia del fútbol, de hecho su creación se anunció con bombos y platillos tras un Congreso del Fútbol Ecuatoriano con la intención de transparentar las decisiones relacionadas con la justicia en el balompié nacional. Las actuaciones de este Tribunal, sin embargo, no han estada exentas de polémica, y en ocasiones anteriores sus decisiones para anular sanciones de la Disciplinaria han sido tema de discusión entre prensa y aficionados.
En esta ocasión no fue una decisión del Tribunal la que causó revuelo, sino la ausencia de sus miembros. Barcelona presentó a su equipo jurídico el día viernes en las instalaciones de FEF para la audiencia del Tribunal de Apelaciones, del mismo modo que los afectados, tanto Michael Arroyo como Carlos Arboleda. Los que brillaron por su ausencia fueron los juristas del Tribunal, el mismo que no pudo instalar su sesión ante la falta de quórum.
La imposibilidad de presentar su apelación provocó que el presidente de Barcelona, José Francisco Cevallos, anunciara ante los medios que solicitarán la remoción de todos los miembros del Tribunal de Apelaciones.
El abogado José Massú, socio de Barcelona, decidió presentar ante la justicia ordinaria una acción de protección por considerar que se le quitó a Michael Arroyo su legítimo "derecho a la defensa" y al cumplimiento del "debido proceso" al no poder recurrir el fallo de la Comisión Disciplinaria. El juez Luis Tapia Chacón decidió aceptar las medidas cautelares hasta que se realice la audiencia en su juzgado, misma que quedó fijada para el 11 de septiembre. La medida cautelar consiste en la suspensión de la sanción de FEF sobre el jugador de Barcelona.
Al respecto el reglamento del Comité Ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, en su artículo 266 reza:
Como dice el adagio popular "donde hay dos abogados existen tres opiniones" y en este tema las opiniones de los juristas están divididas, por un lado quienes consideran que Arroyo sí podría jugar ante Emelec, pues su sanción no ha sido eliminada, solo ha quedado suspendida hasta que exista una resolución en firme; y por otro lado quienes creen que la decisión de la justicia ordinaria no corresponde por la reglamentación expresa de la Federación en contrario.
Este caso le ha dado un ingrediente adicional al clásico del astillero que se jugará el domingo en el Estadio Capwell, habrá que ver si Barcelona decide alinear o no al internacional ecuatoriano.