Michel Platini admite que el pago de 1,8 millones de euros que recibió del presidente de la FIFA Joseph Blatter en 2011 procedía de un acuerdo de 1998 hablado "de hombre a hombre" y no de un contrato escrito. En una entrevista a 'Le Monde' Platini, que ha sido sancionado por el Comité de Ética de la FIFA con tres meses de suspensión de su cargo como vicepresidente, afirma que quiere seguir siendo candidato a la presidencia de la organización y le molesta que le metan "en el mismo saco" que al resto de investigados.
Según Platini, en 1998 Blatter le pidió que fuera su consejero de fútbol, lo que él aceptó pidiendo "un millón de lo que tú quieras, rublos, libras, dólares (...) Elige tú lo que quieres pagarme", pidió Platini. Blatter aceptó pero tiempo después le explicó que era imposible pagarle un millón de francos suizos puesto que el secretario general de la FIFA ganaba 300.000 anuales y era exagerado que él la superara, por tanto el acuerdo se fijó en tal cifra.
"Era un asunto de hombre a hombre. Iba a convertirse en presidente de la FIFA, ¡la FIFA! Yo tenía confianza en él", dice Platini que se justifica en que en el derecho suizo un contrato oral vale lo mismo que uno escrito.
Platini asegura que en esos años como asesor de Blatter trabajó en la reforma del calendario mundial de fútbol, en el proyecto "goal" -apoyo de FIFA a las federaciones más pobres del planeta- y que se dedicó a acompañar a Blatter en sus viajes por el mundo.
Según la versión de Platini, en 2002 en el Comité Ejecutivo de la FIFA no pidió el dinero que Blatter le debía por su trabajo "porque no le hacía falta", y porque su padre, un profesor de matemáticas sorprendido cuando el joven Platini empezó a cobrar por jugar a fútbol a los 17 años, le enseñó que el dinero no era importante. Platini promete en la entrevista que nunca mira sus cuentas bancarias y que "raramente hago esfuerzos para mejorarlas".
"¿Tardó nueve años en recordar lo que le debían?", le pregunta el periodista. "Yo soy así, bastante bestia, pero tendría que haber pedido un reconocimiento de la deuda y así nada habría pasado", responde.
Cuando por fin Platini acudió a la dirección de finanzas de la FIFA para preguntar si Blatter le debía dinero, le respondieron que sí. El antiguo futbolista mandó entonces una factura a la FIFA de lo correspondiente a 500.000 francos por cada año de trabajo, 2 millones por los cuatro años, cifra que le fue pagada diez días más tarde "sin la menor dificultad". "Pagué mis impuestos sobre esta cantidad, todo se hizo con normalidad. Si la FIFA se hubiera negado a pagarme hubiera estado fastidiado porque después de cinco años la deuda prescribe y podrían haberse negado", asegura.
Platini admite tener dudas sobre si fue Blatter quien sacó a relucir la historia para vengarse. "Incluso si él quiere acabar conmigo políticamente hablando, le guardo afecto por todo lo que hemos vivido juntos", afirma Platini que confiesa haber estado "hechizado" por el encanto de Blatter. Además, se sorprende de que el escándalo haya estallado tras postularse como candidato a presidir la FIFA y después de que el último encuentro entre ambos se produjera cuando Platini le aconsejó que dejara su cargo en la organización.
A pesar de los escándalos, la antigua estrella del fútbol francés asegura que "el fútbol necesita a la FIFA" y que él es "el único futbolista suficientemente popular en posición de asumir la presidencia y arreglar de una vez las cosas". La FIFA elegirá a su nuevo presidente el próximo febrero.
La Justicia suiza imputó a Blatter un delito de "pago desleal" por esa retribución sin justificación a Platini. Los fiscales suizos tratan a Platini legalmente con una figura jurídica a medio camino entre testigo e imputado.
Fuente: elmundo.es