América, que no sabe empatar, y Arsenal, que no sabe perder, buscan el título
México, bajo las alas de las 'Águilas' del
América, buscará este viernes poner, al menos, una mano en la VI
Copa Sudamericana ante un Arsenal, que en el cincuentenario de su
fundación llega con toda su "hambre de gloria" para dar a Argentina
su cuarta corona en la historia del torneo.
Una conquista en la Sudamericana como la del Pachuca, el año pasado, es una obsesión que persigue a los jugadores del entrenador argentino Daniel Brailovski, pues permitirá al América entrar en las grandes ligas del fútbol sudamericano.
Para el Arsenal cualquier resultado en la final es ganancia pues en 2007 ya hizo estragos en la vida de ilustres del fútbol: apeó al River Plate en la semifinal, puso fin al ciclo de Daniel Passarella en ese equipo y el domingo redujo a mínimos las pretensiones del Boca Juniors de dar la vuelta olímpica en el torneo Apertura local.
El partido de ida se disputará el viernes en el estadio Azteca de Ciudad de México y la decisiva vuelta se cumplirá el 5 de diciembre en Buenos Aires.
A la capital mexicana llega con ilusión un equipo que en ocho partidos jugados no supo a qué sabe la derrota: encajó apenas cinco goles y con cinco empates y tres victorias cosechó catorce puntos, un rendimiento del 58,3 por ciento.
Al Arsenal le esperará un América que no sabe empatar, pues en seis partidos que le correspondió jugar hasta ahora ganó cuatro y perdió dos, marcó los mismos once goles que su adversario y encajó seis, uno más, lo que deja en el balance nueve puntos para un aprovechamiento del 50 por ciento.
El América y el Arsenal repetirán en 2007 un mano a mano de mexicanos y argentinos por el título de la Sudamericana como el que en 2005 protagonizaron los Pumas UNAM y el Boca Juniors.
Tras el fracaso de los Pumas en la final de hace dos años con el conjunto 'xeneixe', los 'tuzos' del Pachuca dieron el primer título a México en 2006 al doblegar al Colo Colo chileno.
Por Argentina ya se hicieron con la Copa Sudamericana el San Lorenzo (2002) y el Boca Juniors (2004 y 2005), por Perú el Cienciano (2003) y por México el Pachuca en la edición pasada.
El Arsenal, fiel a su costumbre de superar escollos fuera de casa, como ocurrió ante el argentino San Lorenzo, el brasileño Goiás y el mexicano Chivas, el 14 de noviembre pasado tocó el cielo al eliminar en pleno estadio 'Monumental' al encopetado River Plate.
El avance del Arsenal a la final planteó un cisma en la Copa Sudamericana, pues se dio en una tanda de penaltis (2-4) como instancia extrema a dos empates sin goles en la ida y la vuelta de la fase semifinal.
En la decisión, para Arsenal marcaron José Luis Calderón, Javier Yacuzzi, Carlos Casteglione y Mario Cuenca.
El remate de Martín Andrizzi fue parado por el guardameta riverplatense Juan Pablo Carrizo. La diferencia la hizo el guardameta Mario Cuenca, que contuvo los lanzamientos de Fernando Belluschi y René Lima.
Sin juego pirotécnico y con un libreto que fija aplicación defensiva y atención al error del rival para cerrar la cuenta, los de Sarandí tienen en el portero Cuenca al símbolo y dueño del lema: "Dicen que no tenemos historia, pero en cada camiseta del Arsenal hay jugadores con hambre de gloria que quieren hacer historia".
Después de dos fracasos en la etapa de los cuatro mejores en la Copa Libertadores, en 2000 y 2002, el América, el que más dinero gasta cada año en México en el fichaje de extranjeros, llegó a la final al deshacerse sin problemas del Millonarios de Colombia con un marcador global de 5-2.
En las fases previas habían dejado en el camino a sus compatriotas del Pachuca y al Vasco da Gama brasileño.
La alineación base del equipo de Brailvosky la componen Guillermo Ochoa; José Antonio Castro, Duilio Davino, Ricardo Rojas, Oscar Rojas; Germán Villa, Alejandro Argüello, Federico Insúa, Juan Mosqueda; Rodrigo López y Salvador Cabañas.
El once preferido del argentino Gustavo Alfaro, el mismo que venció el domingo al Boca Juniors lo forman: Mario Cuenca; Javier Gandolfi, Jossimar Mosquera, Aníbal Matellán, Cristian Díaz; Diego Villar, Andrés San Martín, Carlos Casteglione, Javier Yacuzzi; Alejandro Gómez y José Luis Calderón.
Una conquista en la Sudamericana como la del Pachuca, el año pasado, es una obsesión que persigue a los jugadores del entrenador argentino Daniel Brailovski, pues permitirá al América entrar en las grandes ligas del fútbol sudamericano.
Para el Arsenal cualquier resultado en la final es ganancia pues en 2007 ya hizo estragos en la vida de ilustres del fútbol: apeó al River Plate en la semifinal, puso fin al ciclo de Daniel Passarella en ese equipo y el domingo redujo a mínimos las pretensiones del Boca Juniors de dar la vuelta olímpica en el torneo Apertura local.
El partido de ida se disputará el viernes en el estadio Azteca de Ciudad de México y la decisiva vuelta se cumplirá el 5 de diciembre en Buenos Aires.
A la capital mexicana llega con ilusión un equipo que en ocho partidos jugados no supo a qué sabe la derrota: encajó apenas cinco goles y con cinco empates y tres victorias cosechó catorce puntos, un rendimiento del 58,3 por ciento.
Al Arsenal le esperará un América que no sabe empatar, pues en seis partidos que le correspondió jugar hasta ahora ganó cuatro y perdió dos, marcó los mismos once goles que su adversario y encajó seis, uno más, lo que deja en el balance nueve puntos para un aprovechamiento del 50 por ciento.
El América y el Arsenal repetirán en 2007 un mano a mano de mexicanos y argentinos por el título de la Sudamericana como el que en 2005 protagonizaron los Pumas UNAM y el Boca Juniors.
Tras el fracaso de los Pumas en la final de hace dos años con el conjunto 'xeneixe', los 'tuzos' del Pachuca dieron el primer título a México en 2006 al doblegar al Colo Colo chileno.
Por Argentina ya se hicieron con la Copa Sudamericana el San Lorenzo (2002) y el Boca Juniors (2004 y 2005), por Perú el Cienciano (2003) y por México el Pachuca en la edición pasada.
El Arsenal, fiel a su costumbre de superar escollos fuera de casa, como ocurrió ante el argentino San Lorenzo, el brasileño Goiás y el mexicano Chivas, el 14 de noviembre pasado tocó el cielo al eliminar en pleno estadio 'Monumental' al encopetado River Plate.
El avance del Arsenal a la final planteó un cisma en la Copa Sudamericana, pues se dio en una tanda de penaltis (2-4) como instancia extrema a dos empates sin goles en la ida y la vuelta de la fase semifinal.
En la decisión, para Arsenal marcaron José Luis Calderón, Javier Yacuzzi, Carlos Casteglione y Mario Cuenca.
El remate de Martín Andrizzi fue parado por el guardameta riverplatense Juan Pablo Carrizo. La diferencia la hizo el guardameta Mario Cuenca, que contuvo los lanzamientos de Fernando Belluschi y René Lima.
Sin juego pirotécnico y con un libreto que fija aplicación defensiva y atención al error del rival para cerrar la cuenta, los de Sarandí tienen en el portero Cuenca al símbolo y dueño del lema: "Dicen que no tenemos historia, pero en cada camiseta del Arsenal hay jugadores con hambre de gloria que quieren hacer historia".
Después de dos fracasos en la etapa de los cuatro mejores en la Copa Libertadores, en 2000 y 2002, el América, el que más dinero gasta cada año en México en el fichaje de extranjeros, llegó a la final al deshacerse sin problemas del Millonarios de Colombia con un marcador global de 5-2.
En las fases previas habían dejado en el camino a sus compatriotas del Pachuca y al Vasco da Gama brasileño.
La alineación base del equipo de Brailvosky la componen Guillermo Ochoa; José Antonio Castro, Duilio Davino, Ricardo Rojas, Oscar Rojas; Germán Villa, Alejandro Argüello, Federico Insúa, Juan Mosqueda; Rodrigo López y Salvador Cabañas.
El once preferido del argentino Gustavo Alfaro, el mismo que venció el domingo al Boca Juniors lo forman: Mario Cuenca; Javier Gandolfi, Jossimar Mosquera, Aníbal Matellán, Cristian Díaz; Diego Villar, Andrés San Martín, Carlos Casteglione, Javier Yacuzzi; Alejandro Gómez y José Luis Calderón.