Javier Piles, entrenador de David Ferrer, está convencido de que su pupilo ha dado el salto de calidad que ambos buscaban y que ahora ha pasado de ser un guerrero a un triunfador en batallas.

"David estaba acostumbrado a ganar guerras pero ahora gana batallas", dijo Piles, al comentar la transformación de Ferrer, un hombre humilde, sencillo, que un día llegó a autodefinirse como "el peor jugador del mundo situado entre los cien primeros del mundo" y que ahora está situado sexto del mundo.

"David ha mejorado mucho su actitud mental, y eso ha sido definitivo en su juego", comentó Piles, "pero le falta aún desarrollar su mejor tenis con un nivel de estabilidad como los otros grandes, que todas las semanas juegan al mismo nivel".

"Ha mejorado el saque si, pero él es un poco duro de espalda, no tiene tanta flexibilidad como otros y le cuesta soltar el brazo para sacar a 200 kilómetros por hora. De todas formas ha mejorado mucho su segundo servicio, y eso le ayuda en su juego", añadió.

Piles cree que si hubo un partido que transformó la mentalidad de Ferrer fue el que ganó al estadounidense Andre Agassi en Roma en 2003 sobre tierra batida (0-6, 7-6 (3) y 6-4). "Aquella victoria sobre Agassi fue clave porque demostró que era capaz de vencer a los mejores del mundo", apuntó.

"En Shanghai se le está viendo como es él, yo alucinaba en el partido contra Djokovic porque estaba increíble de frescura, terminaba el punto y ya estaba preparado al resto", comentó Piles, "con Nadal le faltó un poco más esta rapidez pero supo estar en los momentos clave".