Los presidentes hicieron su papel, pero Tomba fue la estrella
Vladimir Putin, Roh Moo-hyun y Alfred Gusenbauer hicieron su papel y ofrecieron al COI todas las garantías para la organización en sus países de los Juegos de Invierno de 2014, pero la estrella de las presentaciones previas a la elección fue el ex esquiador italiano Alberto Tomba, que defendió con simpatía en un vídeo la candidatura surcoreana de PyeongChang.
Tras unas intervenciones excesivamente rígidas y muy aferradas al guión de los representantes políticos -el canciller austríaco fue en este sentido el que mejor comunicó con la audiencia-, la aparición de Tomba fue como un soplo de aire fresco.
Mantuvo un dialogo ficticio con la presentadora que estaba en directo en Guatemala, se paseó por las pistas de esquí de la estación de Alpensia, pasó los arcos de seguridad de la Villa Olímpica y mostró sus instalaciones, perfectamente recreadas por ordenador.
El cinco veces medallista olímpico aseguró que, por su experiencia, los Juegos de PyeongChang serían "los mejores para los atletas".
Las candidaturas de Sochi y de Salzburgo no consiguieron un golpe de efecto similar.
Al presidente ruso le tocó abrir la jornada electoral y pidió al COI que concediera por primera vez los Juegos de Invierno a uno de los países que obtiene más medallas olímpicas,
"El deporte de invierno es muy popular en Rusia y nuestros deportistas consiguen muchos éxitos, pero no hemos tenido todavía el honor de acoger los Juegos", recordó.
Tras recordar que se invertirán en la mejora de las infraestructuras de la zona casi 12.000 millones de dólares, con o sin Juegos, Putin garantizó que no habrá atascos de tráfico y que el 70 por ciento de los atletas estarán a cinco minutos de sus estadios. "Y haremos todo en los plazos previstos", afirmó.
"Cumplan, por favor", pidió, "el sueño olímpico de millones de rusos, que aguardan su decisión con esperanza".
Su homólogo surcoreano, Roh Moo-hyun, trasladó al COI su deseo de "servir como voluntario" en los Juegos de 2014 si éstos se celebran en PyeongChang.
"Los Juegos de Seúl'88 ayudaron a mejorar las relaciones entre oriente y occidente. El Mundial de Fútbol 2002 mostró un festival de unidad a todo el mundo. Prometemos el mismo nivel para 2014", dijo.
"Nuestra esperanza es que los Juegos en uno de los últimos países divididos del mundo sean una celebración histórica", añadió.
El canciller austríaco, Alfred Gusenbauer, apeló a la seguridad, la experiencia y la cultura alpina de su país para hacerse merecedor de los Juegos.
"Austria es un país seguro; de hecho, muy seguro. Desde ayer, oficialmente, el país más seguro del mundo", subrayó.
Gusenbauer no eludió el problema del dopaje, que ha conducido a la suspensión de por vida de varios esquiadores austríacos: "Es un problema de todos. Pero hemos tomado decisiones firmes contra los infractores. Estamos al lado del COI en la tolerancia cero y comprometidos en la lucha contra este cáncer".
El canciller se refirió al ajustado presupuesto de su candidatura: "El dinero para los Juegos está encima de la mesa. Por eso podemos aportar al Movimiento Olímpico lo que el dinero no puede comprar: una verdadera cultura alpina. El deporte de invierno está en nuestro ADN".
Entre los vídeos presentados hoy, con excepción de la aparición de Tomba, las novedades fueron pocas. La única, el método empleado por Sochi para mostrar lo concentradas que están sus instalaciones: sobre un horario de competición de un día cualquiera en unos supuestos Juegos, un espectador se iba desplazando de un estadio a otro a tiempo de ver todas las competiciones en una misma jornada.
Tras cada presentación, el único miembro del COI que formuló una pregunta, aproximadamente la misma a cada equipo, fue Alberto de Mónaco: se interesó por los efectos del cambio climático y por si las candidaturas podían garantizar la nieve en las pistas en 2014. Todos, claro, lo hicieron.
Tras unas intervenciones excesivamente rígidas y muy aferradas al guión de los representantes políticos -el canciller austríaco fue en este sentido el que mejor comunicó con la audiencia-, la aparición de Tomba fue como un soplo de aire fresco.
Mantuvo un dialogo ficticio con la presentadora que estaba en directo en Guatemala, se paseó por las pistas de esquí de la estación de Alpensia, pasó los arcos de seguridad de la Villa Olímpica y mostró sus instalaciones, perfectamente recreadas por ordenador.
El cinco veces medallista olímpico aseguró que, por su experiencia, los Juegos de PyeongChang serían "los mejores para los atletas".
Las candidaturas de Sochi y de Salzburgo no consiguieron un golpe de efecto similar.
Al presidente ruso le tocó abrir la jornada electoral y pidió al COI que concediera por primera vez los Juegos de Invierno a uno de los países que obtiene más medallas olímpicas,
"El deporte de invierno es muy popular en Rusia y nuestros deportistas consiguen muchos éxitos, pero no hemos tenido todavía el honor de acoger los Juegos", recordó.
Tras recordar que se invertirán en la mejora de las infraestructuras de la zona casi 12.000 millones de dólares, con o sin Juegos, Putin garantizó que no habrá atascos de tráfico y que el 70 por ciento de los atletas estarán a cinco minutos de sus estadios. "Y haremos todo en los plazos previstos", afirmó.
"Cumplan, por favor", pidió, "el sueño olímpico de millones de rusos, que aguardan su decisión con esperanza".
Su homólogo surcoreano, Roh Moo-hyun, trasladó al COI su deseo de "servir como voluntario" en los Juegos de 2014 si éstos se celebran en PyeongChang.
"Los Juegos de Seúl'88 ayudaron a mejorar las relaciones entre oriente y occidente. El Mundial de Fútbol 2002 mostró un festival de unidad a todo el mundo. Prometemos el mismo nivel para 2014", dijo.
"Nuestra esperanza es que los Juegos en uno de los últimos países divididos del mundo sean una celebración histórica", añadió.
El canciller austríaco, Alfred Gusenbauer, apeló a la seguridad, la experiencia y la cultura alpina de su país para hacerse merecedor de los Juegos.
"Austria es un país seguro; de hecho, muy seguro. Desde ayer, oficialmente, el país más seguro del mundo", subrayó.
Gusenbauer no eludió el problema del dopaje, que ha conducido a la suspensión de por vida de varios esquiadores austríacos: "Es un problema de todos. Pero hemos tomado decisiones firmes contra los infractores. Estamos al lado del COI en la tolerancia cero y comprometidos en la lucha contra este cáncer".
El canciller se refirió al ajustado presupuesto de su candidatura: "El dinero para los Juegos está encima de la mesa. Por eso podemos aportar al Movimiento Olímpico lo que el dinero no puede comprar: una verdadera cultura alpina. El deporte de invierno está en nuestro ADN".
Entre los vídeos presentados hoy, con excepción de la aparición de Tomba, las novedades fueron pocas. La única, el método empleado por Sochi para mostrar lo concentradas que están sus instalaciones: sobre un horario de competición de un día cualquiera en unos supuestos Juegos, un espectador se iba desplazando de un estadio a otro a tiempo de ver todas las competiciones en una misma jornada.
Tras cada presentación, el único miembro del COI que formuló una pregunta, aproximadamente la misma a cada equipo, fue Alberto de Mónaco: se interesó por los efectos del cambio climático y por si las candidaturas podían garantizar la nieve en las pistas en 2014. Todos, claro, lo hicieron.