El delantero colombiano Radamel Falcao García es la carta de triunfo de River Plate, que el próximo jueves se enfrentará al también argentino Arsenal, en el partido de ida de las semifinales de la Copa Sudamericana de fútbol.

Pero Falcao tendrá que dar todo de sí en esos noventa minutos ya que no podrá jugar el encuentro de vuelta debido a que se sumará a la selección de su país que se enfrentará a las de Venezuela y Argentina en las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010.

El futbolista samario es el goleador riverplatense en la Sudamericana con cuatro tantos y en el torneo Apertura 2007 argentino con cinco tras recuperarse de una lesión que sufrió en 2006 y que le mantuvo inactivo durante casi un año.

Y es inamovible como titular, situación de la que no han gozado muchos jugadores por los constantes cambios en la alineación que hizo el entrenador Daniel Passarella, quien se juega el puesto en esta competición porque su continuidad en el club depende de que el equipo gane el título.

Precisamente Falcao salvó a River y a Passarella con dos goles que marcó en septiembre pasado para la victoria épica sobre el Botafogo brasileño (4-2) que permitió al equipo argentino entrar a los cuartos de final.

Passarella promovió la incorporación de varios jugadores a la plantilla en las dos últimas temporadas pero tardó en encontrar el equipo, que ha quedado prácticamente fuera de carrera en la Liga doméstica y se aferra al sueño de una conquista en la Sudamericana.

En ese contexto, el jugador colombiano fue importante en partidos bravos, como pieza clave de un equipo que depende de sus individualidades y que ha perdido por lesiones a varias de ellas, como el chileno Alexis Sánchez, el centrocampista Augusto Fernández y recientemente al central Nicolás Sánchez.

Buena parte de los problemas de River son provocados por una defensa floja, inconexa, en la que varios jugadores están obligados a cambiar permanentemente de puestos, por bajas o ensayos tácticos que no han dado resultados.

Toda su suerte depende de la creatividad del veterano Ariel Ortega y del también centrocampista Fernando Belluschi, uno de los mejores jugadores de Argentina en 2006 que sufrió este año un pronunciado bajón.

A River Plate le han marcado 23 goles en los 15 partidos que jugó en el torneo Apertura y en los cuartos de final ante el Defensor Sporting de Uruguay (2-2 y 0-0) se clasificó con el corazón en la boca.

En esta fase, ante Arsenal, jugará bajo presión, porque si falla se quedará sin técnico, que prometió dimitir pese a que tiene contrato con el club hasta diciembre de 2009. EFE