Nuevo caso de intento de soborno sacude el fútbol paraguayo
Un nuevo caso de intento de soborno, el tercero en menos de dos semanas, sacude el fútbol paraguayo, que este fin de semana registró además un herido de bala por parte de miembros de las "barras bravas".
La Fiscalía detuvo el sábado a un hombre, Marcelino Mendoza, en momentos en que entregaba al defensa Grégor Aguayo, del Tacuary, parte de un monto ofrecido al jugador y a otro compañero horas antes del encuentro de su equipo con el Guaraní, uno de los más amenazados por el descenso.
El procedimiento fue filmado y grabado por las autoridades después de que Aguayo denunciara que había sido contactado dos días antes por teléfono por un hombre, bajo el argumento de que "el Guaraní necesitaba los puntos" de ese encuentro.
"(Mendoza) me ofreció cinco millones (de guaraníes, unos mil dólares) y me preguntó si no tenía un compañero más para poder arreglar el partido", señaló Aguayo, quien explicó que acordó con los dirigentes deportivos y las autoridades seguir los contactos.
Por su parte, el portero del Tacuary, Víctor Centurión, comentó que a él el desconocido le ofreció más dinero, "una suma de 8 a 10 millones (de guaraníes, entre 1.600 y 2.000 dólares) para que entreguemos el partido al Guaraní".
El Guaraní, uno de los equipos más antiguos del fútbol paraguayo, atraviesa por uno de sus peores momentos deportivos, en la zona roja de la clasificación que tiene en cuenta el promedio de puntos en las últimas dos temporadas.
"Éste es mi dinero y no del club Guaraní; no tengo club, pero quería que el Tacuary le haga un favor al Guaraní", declaró Mendoza en la sede la comisaría policial, donde fue alojado por orden del fiscal de la causa, Carlos Lezcano.
Aguayo vinculó a Mendoza con un dirigente del Guaraní, Samuel Moyano, quien rechazó tajantemente las aseveraciones y denunció que tras el partido del sábado y de regreso a casa su vehículo fue tiroteado desde otro en movimiento.
Ésta es la segunda denuncia de intento de soborno que involucra al equipo "aborigen", después de que el Sportivo Luqueño denunciara, el 24 de octubre pasado, que el defensa Robert Servín fue visitado en su vivienda por tres hombres.
Según el jugador, los desconocidos le ofrecieron 3.000 dólares para que provoque un penalti a favor del Guaraní en el partido que luego acabó en un empate a un gol, en la decimoquinta jornada.
La decimoséptima jornada del Torneo Clausura, que en la zona baja sentenciará el descenso del último en el promedio de puntos y la promoción del penúltimo, también se cerró con un joven de 15 años herido gravemente de bala, en la acera de su casa.
José Manuel Fernández acusó un disparo en el pecho que le afectó el riñón izquierdo y el hígado, según sus familiares, que explicaron que el ataque se produjo desde un autobús en el que viajaban unas "barras bravas" del Cerro Porteño.
Esos aficionados "iban a la cancha, de repente uno de ellos sacó el cuerpo a través de las ventanas y empezó a dispararnos", afirmó a la prensa uno de los amigos del joven, que tenía puesto la casaca del Olimpia, máximo rival del Cerro.
La Policía informó de la detención de cuatro miembros de ese grupo como sospechosos del ataque. EFE