Estadio de Maturín será muy bueno, cuando esté terminado
El estadio "Monumental" de la ciudad de Maturín, subsede del grupo B de la Copa América 2007, será uno de los mejores de Venezuela, cuando esté terminado para lo cual faltan bastantes detalles, y algunos no tan pequeños, como quedó claro durante los partidos disputados el domingo en él.
Unos 50.000 aficionados de Brasil, México, Chile y Ecuador, la mayoría locales, prácticamente colmaron las instalaciones del estadio y muchos de ellos sufrieron por algunos de los numerosos temas por resolver.
EFE pudo ser testigo de los esfuerzos de varias personas de avanzada edad y de tres minusválidos por subir por escalaras los cuatro pisos desde los ingresos hacia la tribuna principal.
En el estadio están proyectados ascensores, pero no fueron habilitados a tiempo y en su lugar hay grandes pozos de aire tapados con maderas de un tamaño considerable.
Decenas de voluntarios, del nutrido personal de seguridad, técnicos, encargados de las comunicaciones, funcionarios de la organización y numerosos vendedores ambulantes, eso sí correctamente identificados, participaron en un inusual maratón subiendo y bajando constantemente los cuatro pisos por las estrechas escaleras para llegar de la parte baja a la alta de la tribuna principal, donde está instalado el centro neurálgico del estadio.
Si el tema fue complicado durante toda la jornada, se tornó en una carrera de obstáculos al finalizar los partidos entre Brasil-Chile y México-Ecuador, cuando decenas de periodistas corrieron por las apretadas escaleras para las conferencias de prensa de los protagonistas.
La tarea de llegar al lugar indicado también fue complicada debido a la falta de carteles indicadores.
Las puertas de separación de los diferencias espacios en el interior del "Monumental" brillan por su ausencia y, sumado a la falta de información, derivó en miles de personas reclamando saber por donde llegar a su ubicación.
En los espacios de paso se instalaron decenas de voluntarios que de manera amable intentaban ubicar, no siempre con éxito, a los presentes, mientras la amplia cantidad de policías y militares, de diversos grupos, ya de manera más enérgica bloqueaban el paso a más de un despistado que en su búsqueda llegó hasta lugares no habilitados para el tránsito de los aficionados.
Los lavabos fueron un tema aparte.
Totalmente desbordados por los miles de aficionados y presentes en el estadio, a lo que se sumó la gran humedad ambiente en Maturín, los baños se convirtieron en zonas poco menos que intransitables y con olores diversos.
Un punto a favor de los organizadores es que las comunicaciones funcionaron de manera perfecta y la prensa internacional tuvo acceso directo y rápido a ella.
Sin embargo, la presencia masiva de comunicadores también desbordó a la organización y EFE fue testigo de un enfrentamiento entre dos periodistas, uno ecuatoriano y otro mexicano, que casi se lían a golpes por una conexión con el argumento de que uno llegó antes que otro.
La intervención de otros colegas y el ofrecimiento de un tercero de compartir sus conexiones, pusieron fin al reclamo.
El campo de juego luce en buen estado, aunque con algunas zonas un tanto "peladas" y quemadas por el sol.
El estadio "Monumental" de Maturín, se construyó desde cero, es moderno, bonito, tiene capacidad para 52.000 personas y cuando finalmente esté terminado seguramente hará honor a su nombre.
Unos 50.000 aficionados de Brasil, México, Chile y Ecuador, la mayoría locales, prácticamente colmaron las instalaciones del estadio y muchos de ellos sufrieron por algunos de los numerosos temas por resolver.
EFE pudo ser testigo de los esfuerzos de varias personas de avanzada edad y de tres minusválidos por subir por escalaras los cuatro pisos desde los ingresos hacia la tribuna principal.
En el estadio están proyectados ascensores, pero no fueron habilitados a tiempo y en su lugar hay grandes pozos de aire tapados con maderas de un tamaño considerable.
Decenas de voluntarios, del nutrido personal de seguridad, técnicos, encargados de las comunicaciones, funcionarios de la organización y numerosos vendedores ambulantes, eso sí correctamente identificados, participaron en un inusual maratón subiendo y bajando constantemente los cuatro pisos por las estrechas escaleras para llegar de la parte baja a la alta de la tribuna principal, donde está instalado el centro neurálgico del estadio.
Si el tema fue complicado durante toda la jornada, se tornó en una carrera de obstáculos al finalizar los partidos entre Brasil-Chile y México-Ecuador, cuando decenas de periodistas corrieron por las apretadas escaleras para las conferencias de prensa de los protagonistas.
La tarea de llegar al lugar indicado también fue complicada debido a la falta de carteles indicadores.
Las puertas de separación de los diferencias espacios en el interior del "Monumental" brillan por su ausencia y, sumado a la falta de información, derivó en miles de personas reclamando saber por donde llegar a su ubicación.
En los espacios de paso se instalaron decenas de voluntarios que de manera amable intentaban ubicar, no siempre con éxito, a los presentes, mientras la amplia cantidad de policías y militares, de diversos grupos, ya de manera más enérgica bloqueaban el paso a más de un despistado que en su búsqueda llegó hasta lugares no habilitados para el tránsito de los aficionados.
Los lavabos fueron un tema aparte.
Totalmente desbordados por los miles de aficionados y presentes en el estadio, a lo que se sumó la gran humedad ambiente en Maturín, los baños se convirtieron en zonas poco menos que intransitables y con olores diversos.
Un punto a favor de los organizadores es que las comunicaciones funcionaron de manera perfecta y la prensa internacional tuvo acceso directo y rápido a ella.
Sin embargo, la presencia masiva de comunicadores también desbordó a la organización y EFE fue testigo de un enfrentamiento entre dos periodistas, uno ecuatoriano y otro mexicano, que casi se lían a golpes por una conexión con el argumento de que uno llegó antes que otro.
La intervención de otros colegas y el ofrecimiento de un tercero de compartir sus conexiones, pusieron fin al reclamo.
El campo de juego luce en buen estado, aunque con algunas zonas un tanto "peladas" y quemadas por el sol.
El estadio "Monumental" de Maturín, se construyó desde cero, es moderno, bonito, tiene capacidad para 52.000 personas y cuando finalmente esté terminado seguramente hará honor a su nombre.