Nadal respira en su primer compromiso pero ahora viene el británico Murray
Madrid y los aficionados al tenis pueden
respirar tranquilos, pero no por mucho tiempo, con la victoria de
Rafael Nadal ante el chipriota Marcos Baghdatis que coloca al
español en los octavos de final del Mutua Madrileña Masters, aunque
de nuevo en el filo de la navaja, pues su próximo rival será el
británico Andy Murray.
Nadal tuvo un comienzo dubitativo, lógico tras permanecer 42 días seguidos sin disputar un partido oficial, desde que el 5 de septiembre perdiera contra David Ferrer en los octavos de final del Abierto de EE.UU. Se esperaba su garra y su conocido empuje, pero poco más y el tricampeón de Roland Garros tiró de esos estímulos para doblegar a Baghdatis, finalista del Abierto de Australia en el 2006, por 6-4 y 6-4 en una hora y 37 minutos.
El encuentro dejó a las claras que a Nadal le faltan partidos y situaciones. "Jugué bien desde el fondo, pero se me iban las derechas", y que todavía no está fino en sus golpes definitivos. No falló, eso si, a la hora de desbaratar momentos peligrosos, como el 1-3 del primer set, y las dos ocasiones que tuvo el de Limassol para colocarse 4-2 en el primer parcial. El público, animando siempre, contribuyó a su reacción.
Aunque solo ha ganado un torneo esta temporada, el de Zagreb, Bahgdatis lleva una sesión muy regular, con ocho llegadas a cuartos de final y dos posiciones de finalista, en Halle y Marsella. Quizás su tenis no tiene la explosión del año pasado cuando se atrevió a disputar el título del Abierto de Australia al suizo Roger Federer, pero todavía continua imprimiendo una velocidad endiablada a su juego y actuando con una alegría que traslada de la pista al público para conectar con el aficionado de una forma inusual.
Para Nadal el partido resultó su primera toma de contacto con una pista en la que según él mismo suele decir encontró las mejores sensaciones cuando ganó al croata Ivan Ljubicic en la final hace dos años. Además, a medida que avanzó el duelo, el zurdo español fue consolidando sus golpes, quizás no tan destructivos como a su equipo técnico le gustase, pero de momento, suficientes.
Esas mismas sensaciones las tendrá que recordar mañana cuando se enfrente con el escocés Murray, con el que disputó uno de los mejores partidos del Grand Slam esta temporada, en Melbourne, con victoria épica de Nadal en cinco sets en octavos de final, y consiguiente desgaste y lesión en un glúteo, que luego le pasó factura ante el chileno Fernando González.
La jornada se llevó a cinco de los nueve españoles que han entrado en el cuadro, aunque dos de ellos, David Ferrer y Carlos Moyá lo hicieron ante compatriotas. Feliciano López se impuso al de Xavea, y Juan Carlos Ferrero al de Mallorca. Nicolás Almagro desperdició sus opciones ante el chileno González, y lo mismo le sucedió a Fernando Verdasco ante el serbio Novak Djokovic, y a Oscar Hernández, masacrado por los 20 saques directos del croata Ivo Karlovic.
Cinco cabezas de serie también hicieron las maletas, Moyá (14), el francés Richard Gasquet (10) que cayó ante su compatriota Paul Henri Mathieu, el checo Tomas Berdych (9) ante el argentino David Nalbandian, Ferrer (7) ante López, y el estadounidense James Blake (6) ante el croata Mario Ancic.
Estos resultados, añadidos a la derrota del alemán Tommy Haas (11) el martes, van despejando dudas sobre los descartes para la Copa Masters de Shanghai. Ferrer, que se veía inquietado al caer contra "Feli", no lo está ahora tanto porque sus inmediatos perseguidores también han dicho adiós, y en el caso de Moyá sucede otro tanto.
Nadal tuvo un comienzo dubitativo, lógico tras permanecer 42 días seguidos sin disputar un partido oficial, desde que el 5 de septiembre perdiera contra David Ferrer en los octavos de final del Abierto de EE.UU. Se esperaba su garra y su conocido empuje, pero poco más y el tricampeón de Roland Garros tiró de esos estímulos para doblegar a Baghdatis, finalista del Abierto de Australia en el 2006, por 6-4 y 6-4 en una hora y 37 minutos.
El encuentro dejó a las claras que a Nadal le faltan partidos y situaciones. "Jugué bien desde el fondo, pero se me iban las derechas", y que todavía no está fino en sus golpes definitivos. No falló, eso si, a la hora de desbaratar momentos peligrosos, como el 1-3 del primer set, y las dos ocasiones que tuvo el de Limassol para colocarse 4-2 en el primer parcial. El público, animando siempre, contribuyó a su reacción.
Aunque solo ha ganado un torneo esta temporada, el de Zagreb, Bahgdatis lleva una sesión muy regular, con ocho llegadas a cuartos de final y dos posiciones de finalista, en Halle y Marsella. Quizás su tenis no tiene la explosión del año pasado cuando se atrevió a disputar el título del Abierto de Australia al suizo Roger Federer, pero todavía continua imprimiendo una velocidad endiablada a su juego y actuando con una alegría que traslada de la pista al público para conectar con el aficionado de una forma inusual.
Para Nadal el partido resultó su primera toma de contacto con una pista en la que según él mismo suele decir encontró las mejores sensaciones cuando ganó al croata Ivan Ljubicic en la final hace dos años. Además, a medida que avanzó el duelo, el zurdo español fue consolidando sus golpes, quizás no tan destructivos como a su equipo técnico le gustase, pero de momento, suficientes.
Esas mismas sensaciones las tendrá que recordar mañana cuando se enfrente con el escocés Murray, con el que disputó uno de los mejores partidos del Grand Slam esta temporada, en Melbourne, con victoria épica de Nadal en cinco sets en octavos de final, y consiguiente desgaste y lesión en un glúteo, que luego le pasó factura ante el chileno Fernando González.
La jornada se llevó a cinco de los nueve españoles que han entrado en el cuadro, aunque dos de ellos, David Ferrer y Carlos Moyá lo hicieron ante compatriotas. Feliciano López se impuso al de Xavea, y Juan Carlos Ferrero al de Mallorca. Nicolás Almagro desperdició sus opciones ante el chileno González, y lo mismo le sucedió a Fernando Verdasco ante el serbio Novak Djokovic, y a Oscar Hernández, masacrado por los 20 saques directos del croata Ivo Karlovic.
Cinco cabezas de serie también hicieron las maletas, Moyá (14), el francés Richard Gasquet (10) que cayó ante su compatriota Paul Henri Mathieu, el checo Tomas Berdych (9) ante el argentino David Nalbandian, Ferrer (7) ante López, y el estadounidense James Blake (6) ante el croata Mario Ancic.
Estos resultados, añadidos a la derrota del alemán Tommy Haas (11) el martes, van despejando dudas sobre los descartes para la Copa Masters de Shanghai. Ferrer, que se veía inquietado al caer contra "Feli", no lo está ahora tanto porque sus inmediatos perseguidores también han dicho adiós, y en el caso de Moyá sucede otro tanto.