La lesión de Sánchez, un duro golpe a la ilusión de la banda y la roja de Chile
El delantero chileno Alexis Sánchez, de 18 años, jugaba el domingo su sexto partido con la camiseta de River Plate y a los 10 minutos sufrió la primera lesión importante de su corta carrera que lo dejará fuera de los campos de juego hasta 2008.
Sánchez, el "Niño Maravilla" como le llaman en su país, había logrado lo que muy pocos jugadores obtienen en el fútbol profesional contemporáneo: presentarse, jugar, triunfar y ser aclamado por las multitudes en Argentina en tan solo seis partidos.
Entre lo primero y lo último se consolidó como titular de la selección chilena que dirige Marcelo Bielsa en dos encuentros amistosos disputados en Europa y pasaba a ser una pieza importante en el equipo que comenzará a jugar las eliminatorias del Mundial 2010 el mes próximo.
Llegó a River hace pocas semanas cedido por el Udinese italiano a la edad en la que la mayoría de los adolescentes de cualquier parte del mundo buscan un lugar para hacer pie y comienzan a soñar con su destino.
Apenas tocó tres o cuatro veces el balón los hinchas riverplatenses comenzaron a corear en los graderíos "chileeeno, chileeeno" y le colgaron el rótulo de "sucesor de Marcelo Salas", un compatriota suyo que hizo historia en el club.
Chile, Italia, Mundial sub'20 en Canadá, gira por Europa con la selección chilena y River Plate, todo a máxima velocidad, con el acelerador apretado hasta el fondo y con el sustento de unas condiciones sorprendentes.
El domingo lo sacaron de la cancha a los 10 minutos y los primeros indicios de su lesión encendieron luces de alarma. "Rompieron a Sánchez", dijo el entrenador Daniel Passarella, al referirse al choque que tuvo con el defensa Juan Carlos Blengio, del club Tigre, que más tarde ganó el partido por 4-1.
El detalle que completa el triste cuadro de aquella escena es que el árbitro del partido, Saúl Laverni, no pitó la falta.
Resultado: rotura del ligamento lateral externo del tobillo izquierdo, inminente operación para evitar males mayores y al menos tres meses en dique seco.
Alguien se acercó al juvenil futbolista para preguntarle cómo estaba, y éste respondió: "tranquilo, tranquilo". No era cierto, porque el entrenador dijo que le había visto desanimado, sin consuelo. Quedaba trunca la posibilidad de cumplir con su máximo objetivo: jugar desde octubre las eliminatorias del próximo Mundial.
"Mira, a mí se me murió un hijo de 18 años en un accidente. Esto que te pasa a vos es una pelotudez (tontería) al lado de eso. En poco tiempo vas a estar bien para jugar", le dijo Passarella mirándolo a los ojos.
En estos tiempos de abundancia de lesiones, de roturas continuadas, puede ocurrir que lo que le ha pasado a Alexis Sánchez no llame demasiado la atención, pero en Argentina y en Chile ha calado hondo.
No sólo porque se trata de un juvenil cargado de ilusiones sino también por la estatura de su talento. Sánchez sufre un duro golpe a su ilusión, y los hinchas también.
En las charlas de café de los lunes en Buenos Aires, en las que el fútbol es el tema central, los aficionados más jóvenes dicen que aquellos que no le hayan visto jugar sólo tienen que "meterse" en el youtube y observar en los vídeos quién y qué clase de jugador es el que acaba de romperse en el estadio de Tigre.
Argentina y Chile se enfrentarán el próximo día 13 en el estadio "Monumental" de River Plate, en el comienzo de las eliminatorias, partido que ha perdido a uno de sus atractivos. EFE