La FIFA se impuso hoy en su batalla judicial contra un alemán que quería vender las papeletas del sorteo del Mundial 2006, halladas en un contenedor de basura.

La audiencia de Magdeburgo (este del país) prohibió al individuo, de 36 años, sacar a la venta el paquete con 30 papeletas con los nombres de los países participantes utilizadas el 9 de diciembre de 2005 en el sorteo de los grupos del torneo, en Leipzig.

En caso de vulnerar la prohibición, se le amenaza con el pago de indemnización y con una multa de hasta 250.000 euros o, en su defecto, con una pena de prisión de hasta seis meses.

Se trataba del segundo proceso por el mismo caso, después de que en noviembre de 2006 una instancia inferior ya le instase a devolver las papeletas, a lo que él argumentó que no podía, porque se las había regalado a un ruso.

Según parece, un empleado de la FIFA tiró las papeletas a un contenedor de basura, después de su utilización, y fueron encontradas ahí por un decorador, que las subastó en internet.

El procesado accedió a ellas a través de terceros y pretendía revenderlas, pero la justicia alemana considera que su legítimo propietario es la FIFA.