Brzezicki, la sorpresa albiceleste, no descarta dar el batacazo a Moyá
Juan Pablo Brzezicki se ha convertido ya en la sorpresa albiceleste de Roland Garros, al alcanzar la tercera ronda pese a que hasta ahora no había ganado ningún partido en un Grand Slam, y aseguró que tratará de dar "el batacazo" a su próximo rival, el español Carlos Moyá, favorito 23.
"Estoy disfrutando un momento increíble, este es el torneo soñado, estoy feliz porque se están dando los resultados del trabajo de un proyecto que inicié a principios de año", aseguró el tenista nacido hace 25 años en el seno de una familia de origen polaco.
Su confianza es grande y, tras haber derrotado al español Guillermo García López por 7-6(4), 6-2, 6-0, apuesta por salir a por todas frente a Carlos Moyá, ganador de Roland Garros en 1998 y reputado especialista en tierra batida.
"El tenis es un tenista contra otro y, salvo en hierba contra Roger Federer siempre tienes opciones, no salgo derrotado, voy a intentar dar el batacazo el sábado" ante Moyá, indicó el jugador.
Planteará el partido igual que lo hizo hoy, porque dijo que los dos españoles se parecen mucho.
No tiene complejos pese a que se ganó el derecho a participar a través de la fase previa en el cuadro final del torneo, como hacen los modestos.
Haber alcanzado la tercera ronda del Grand Slam de tierra batida, permite a Brzezicki estar "relajado y confiado", por lo que espera que este torneo suponga el aporte de confianza necesario para dar el salto definitivo en su juego.
"Este año han cambiado muchas cosas en mi juego y jugar con la contundencia que lo hice hoy me da confianza para soñar más cosas en mi carrera profesional", señaló Brzezicki, que este año ganó su primer torneo en el "challenger" de Salinas, en Ecuador.
Antes había perdido cuatro finales de este tipo de torneos y, pese a que su primer triunfo tardaba en llegar, nunca perdió la fe.
Con el éxito de Salinas puso fin a un año 2006 negro, en el que a una serie de lesiones que estancaron su carrera, sumó el mazazo que supuso la muerte de su padre.
Ahora atesora como oro su segundo paso por París, tras el de 2005, cuando su primera toma de contacto con la tierra batida de Roland Garros se saldó con una derrota ante el británico Tim Henman, que por entonces estaba cómodamente asentado entre los diez mejores del mundo.
Su gesta se compara ya con la que el año pasado protagonizó su compatriota Martín Vassallo Argüello, que alcanzó los octavos de final sin haber ganando nunca antes un partido en un grande.
A Brzezicki, sus dos victorias en París pueden propulsarle desde el puesto 134 que ocupa en la actualidad en el ránking a una plaza entre los cien primeros que le abre los cuadros de torneos de más enjundia.
Se ha rodeado de un equipo completo, liderado por el entrenador Walter Grinovero, pero en el que tiene un peso importante el psicólogo Fernando Vázquez, con el que habla todos los días y que siempre tiene algo que decir en el trabajo psicológico.
"El trabajo psicológico es muy importante para mi, hablo a diario con Fernando Vázquez y nos intercambiamos correos electrónicos cada día", señaló Juampi, como se le conoce en el mundillo.
Aunque hasta ahora no era un rostro popular del circuito, donde la gente aprende ahora a pronunciar su nombre, que delata sus orígenes polacos, que se remontan a sus abuelos paternos, que huyeron de la Segunda Guerra Mundial.
En amplio artículo que le dedicaba hace unos días el diario francés "L'Équipe" con motivo del récord de participación argentina en Roland Garros (15), ni siquiera nombraba a Brzezicki. Ahora su nombre, aunque difícil de pronunciar, ya tiene un hueco en el torneo.
"Estoy disfrutando un momento increíble, este es el torneo soñado, estoy feliz porque se están dando los resultados del trabajo de un proyecto que inicié a principios de año", aseguró el tenista nacido hace 25 años en el seno de una familia de origen polaco.
Su confianza es grande y, tras haber derrotado al español Guillermo García López por 7-6(4), 6-2, 6-0, apuesta por salir a por todas frente a Carlos Moyá, ganador de Roland Garros en 1998 y reputado especialista en tierra batida.
"El tenis es un tenista contra otro y, salvo en hierba contra Roger Federer siempre tienes opciones, no salgo derrotado, voy a intentar dar el batacazo el sábado" ante Moyá, indicó el jugador.
Planteará el partido igual que lo hizo hoy, porque dijo que los dos españoles se parecen mucho.
No tiene complejos pese a que se ganó el derecho a participar a través de la fase previa en el cuadro final del torneo, como hacen los modestos.
Haber alcanzado la tercera ronda del Grand Slam de tierra batida, permite a Brzezicki estar "relajado y confiado", por lo que espera que este torneo suponga el aporte de confianza necesario para dar el salto definitivo en su juego.
"Este año han cambiado muchas cosas en mi juego y jugar con la contundencia que lo hice hoy me da confianza para soñar más cosas en mi carrera profesional", señaló Brzezicki, que este año ganó su primer torneo en el "challenger" de Salinas, en Ecuador.
Antes había perdido cuatro finales de este tipo de torneos y, pese a que su primer triunfo tardaba en llegar, nunca perdió la fe.
Con el éxito de Salinas puso fin a un año 2006 negro, en el que a una serie de lesiones que estancaron su carrera, sumó el mazazo que supuso la muerte de su padre.
Ahora atesora como oro su segundo paso por París, tras el de 2005, cuando su primera toma de contacto con la tierra batida de Roland Garros se saldó con una derrota ante el británico Tim Henman, que por entonces estaba cómodamente asentado entre los diez mejores del mundo.
Su gesta se compara ya con la que el año pasado protagonizó su compatriota Martín Vassallo Argüello, que alcanzó los octavos de final sin haber ganando nunca antes un partido en un grande.
A Brzezicki, sus dos victorias en París pueden propulsarle desde el puesto 134 que ocupa en la actualidad en el ránking a una plaza entre los cien primeros que le abre los cuadros de torneos de más enjundia.
Se ha rodeado de un equipo completo, liderado por el entrenador Walter Grinovero, pero en el que tiene un peso importante el psicólogo Fernando Vázquez, con el que habla todos los días y que siempre tiene algo que decir en el trabajo psicológico.
"El trabajo psicológico es muy importante para mi, hablo a diario con Fernando Vázquez y nos intercambiamos correos electrónicos cada día", señaló Juampi, como se le conoce en el mundillo.
Aunque hasta ahora no era un rostro popular del circuito, donde la gente aprende ahora a pronunciar su nombre, que delata sus orígenes polacos, que se remontan a sus abuelos paternos, que huyeron de la Segunda Guerra Mundial.
En amplio artículo que le dedicaba hace unos días el diario francés "L'Équipe" con motivo del récord de participación argentina en Roland Garros (15), ni siquiera nombraba a Brzezicki. Ahora su nombre, aunque difícil de pronunciar, ya tiene un hueco en el torneo.