Bryant vuelve a sorprender con el deseo de ser traspasado

Enviado por bielo el Jue, 31/05/2007 - 10:05
Cuando el interés por las finales de conferencia de la NBA estaba en el nivel más bajo, el escolta Kobe Bryant sorprendió de nuevo a todos con una "bomba" informativa al declarar en una emisora de radio de la cadena ESPN que podría considerar la opción de un traspaso e irse de Los Angeles Lakers.

Ante la gran repercusión que tuvieron sus palabras, como también ya es habitual en Bryant, varias horas después en otra emisora suavizó sus declaraciones y deseos y dijo que seguía habiendo alternativas para que pudiese continuar con el equipo y en Los Angeles, ya que con ambos su identificación era completa.

"Lo que he querido decir es que se tienen que hacer algunas cosas importantes para que el equipo sea todo lo competitivo que se necesita si queremos ganar el título", comentó Bryant. "He hablado con Phil Jackson y es optimista sobre que podamos hacerlo".

Pero la nueva reacción de Bryant, que también protagonizó el lado negativo de la marcha del pívot Shaquille O'Neal, aunque luego ha dejado en evidencia al dueño de los Lakers, Jerry Buss, que no pasa tampoco por su mejor momento de imagen después de haber sido detenido en estado de embriaguez mientras conducía con una joven de 23 años, pone mucho más en evidencia la crisis de su equipo.

Bryant no quiere que siga como gerente general Mitch Kupchak y desea que vuelva Jerry West, quien se va de los Grizzlies cuando concluya el próximo sorteo universitario el 28 de junio.

Sin embargo, West, que podría volver como asesor de los Lakers, no traicionará por nada del mundo a su discípulo Kupchak y el resultado es que Bryant tendrá que seguir con los Lakers porque estos cumplirán lo que le prometieron cuando decidió quedarse, jugadores de clase.

Además, varias fuentes cercanas a West han dicho que las declaraciones de Bryant en cuanto a su posible vuelta a los Lakers para forzar la salida de Kupchak, le han sentado "muy mal" y poco afortunadas por parte de la estrella del equipo.

Es evidente que la organización actual de los Lakers no tiene nada que ver con la dinastía que establecieron Jerry West, Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson y Pat Riley y la mejor demostración es las acciones individuales y personales que le permiten a Bryant.

La imagen de los Lakers es que tienen a una súper estrella, pero son un equipo perdedor, con el entrenador Jackson a la cabeza, a pesar de que volvió para lograr todo lo contrario.

Jackson, que ganó seis títulos con los Bulls de Chicago y tres con los Lakers cuando estaban juntos O'Neal y Bryant, ha demostrado que es ganador cuando en la plantilla tuvo a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, como Michael Jordan con los Bulls, y a dos súper estrellas juntas, que fue el caso de su primera etapa con el equipo.

Ante esta nueva mala imagen de crisis, conflictos internos y falta de dirección, Buss dio a conocer un comunicado en el que admite que son conscientes de los informes periodísticos.

"La realidad es que Kobe no se ha dirigido a nosotros para decirnos que desea un traspaso y como siempre hemos mantenido el objetivo de nuestra organización ha sido siempre construir un equipo alrededor de su figura, con la única intención que pueda completar toda su carrera vistiendo el uniforme de los Lakers", destacó Buss en el comunicado.

El dueño de los Lakers también dijo que esperaban hablar personalmente con Kobe, pero no habría más comentarios públicos que hacer al respecto.

Al margen de lo que puedan decidir los directivos de los Lakers y Bryant, la realidad es que el jugador tiene todavía que cumplir cuatro años de contrato con 88,6 millones de dólares de salario.

Bryant puede eliminar la cláusula de no traspaso para que los Lakers puedan intentarlo, pero el equipo que se hiciese con sus servicios tendrían que pagar un extra de 9,5 millones de dólares en concepto de bonificación.

El escolta estrella de los Lakers ahora se ha dado cuenta del grave error que cometió cuando forzó por su afán de protagonismo la salida de O'Neal del equipo y desde entonces, exactamente en julio de 2004, su equipo no ha podido ganar una sola serie de la fase final.

Ahora Bryant vuelve a presionar a los Lakers para que consigan lo antes posible los refuerzos que le permitan luchar por ese título de liga que quiere conseguir sin tener a su lado una gran estrella que le haga sombra.

La misión no parece nada fácil de cumplir y más cuando los fichajes que han hecho hasta ahora los directivos no han sido los mejores.

Bryant está convencido de que, ante la presión de su posible marcha, esta vez los Lakers van a responder con la vuelta de West y fichajes acertados de nuevos jugadores que le pongan en el camino del triunfo y protagonismo único que siempre ha deseado tener.