EL NUEVO FUTBOL ECUATORIANO.
El empate logrado por la selección nacional ante Irlanda en el estadio de los Gigantes en New Jersey, deja un saldo positivo. Mas allá del resultado, que sin duda es bueno y alentador, el echo de medir a un cuadro europeo, con un tipo de fútbol con características diferentes a los rivales que acostumbramos a enfrentar en América del Sur, que ocupa el puesto 32 en la clasificación de la FIFA Ecuador esta ubicado en el lugar 30 dentro del mismo ranking, siembra un terreno de esperanza hacia el futuro, en la media de que podemos considerar que actualmente hay un mayor número de jugadores con el nivel para vestir la tricolor.
Si retrocedemos en el tiempo, hasta hace pocos años atrás, el fútbol ecuatoriano, no tenía más de una docena de jugadores, con la calidad para considerarlos aptos para formar parte del la selección.
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Si hacemos memoria, cada vez que en una convocatoria faltaba un jugador de la talla de Alex Aguinaga, Iván Hurtado o el implacable goleador Agustín Delgado, por mencionar a algunos de nuestros cracks , poco menos que se armaba un drama general, y caíamos en el pesimismo y la desconfianza. Hoy la situación ha cambiado favorablemente. Ante Irlanda, y hay que decirlo con orgullo y satisfacción pero dentro de un marco de respeto y humildad, Ecuador presentó un equipo que bien se lo puede catalogar como una selección B y con su actuación demostró, que hoy por hoy tenemos al menos treinta jugadores que pueden actuar en el combinado nacional sin que se resienta o se resquebraje el sistema. En otras palabras, hay ya un patrón de juego definido, un sistema asimilado y sobre todo un grupo de muy buenos jugadores que pueden representarnos con capacidad y personalidad.
En el encuentro ante los irlandeses, no estuvieron, salvo Edison Méndez, que no participo del encuentro, ninguno de los 25 jugadores que militan en equipos del exterior, muchos de ellos con gran suceso, que brillan con luz propia, y que han sumado títulos en las ligas europeas, esto nos lleva a pensar que el futuro de nuestro balompié está por el sendero correcto y que podemos apostar a continuar logrando mayores éxitos. La selección nacional, hace mucho que archivo los papelones internacionales, hoy no somos más que nadie pero tampoco menos que nadie, damos batalla por igual, se terminaron felizmente los tiempos en que nos pasaban por arriba con ridículos incluidos, dentro de las posibilidades de este deporte, se puede ganar o perder, pero estoy seguro que se terminó esa época en que nos consideraban como los invitados de piedra.
Ecuador tiene una selección que infunde respeto en todo lado, ha ganado un prestigio que hay que cuidarlo con especial esmero, no fue fácil llegar y estoy seguro que será mucho más complicado mantenerse en ese nivel. Es por eso que la responsabilidad cada vez es mayor, responsabilidad que es compartida por todos los estamentos del fútbol nacional, cada uno en su andarivel, dirigentes, técnicos, jugadores, aficionados y periodistas, por que todos formamos parte y somos la selección.
La inclusión de jugadores nacionalizados en este nuevo proceso ha generado polémica, hay diferentes criterios, algunos a favor y otros en contra, salvo alguna excepción la historia no es favorable, hay varios elementos que obtuvieron la nacionalidad, lograron vestir la casaquilla nacional, se beneficiaron en lo personal, se mostraron en el plano internacional y hoy, de ellos no sabemos absolutamente nada, ni donde están y ni siquiera conocemos si mantienen nuestra nacionalidad. La historia en este tema está
escrita y todos la sabemos de memoria, confiemos en el buen criterio del seleccionador nacional, quien es el que tiene la última palabra, y fundamentalmente en la honestidad, honorabilidad y amor al país de quienes optaron por convertirse en ecuatorianos.
No quiero pecar de optimista de cara a la Copa América de Venezuela, el grupo es muy complicado, enfrentar a Brasil, penta-campeones y potencia mundial, México a quien solo en una ocasión hemos derrotado y a una selección chilena en renovación y con hambre de triunfos y gloria no va a ser tarea sencilla, sin embargo será un parámetro exigente para evaluar el crecimiento del fútbol ecuatoriano y una magnífica oportunidad para consolidarnos a nivel sudamericano y mundial, Ecuador es la selección de mayores progresos en los últimos años, en Venezuela hay que ratificar aquellos conceptos, los ojos del mundo entero se posaran sobre la tricolor. Calidad, capacidad, condiciones, experiencia y personalidad hay en el representativo nacional como para alimentar la fé y la esperanza de que si se puede…!!!
Si retrocedemos en el tiempo, hasta hace pocos años atrás, el fútbol ecuatoriano, no tenía más de una docena de jugadores, con la calidad para considerarlos aptos para formar parte del la selección.
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Si hacemos memoria, cada vez que en una convocatoria faltaba un jugador de la talla de Alex Aguinaga, Iván Hurtado o el implacable goleador Agustín Delgado, por mencionar a algunos de nuestros cracks , poco menos que se armaba un drama general, y caíamos en el pesimismo y la desconfianza. Hoy la situación ha cambiado favorablemente. Ante Irlanda, y hay que decirlo con orgullo y satisfacción pero dentro de un marco de respeto y humildad, Ecuador presentó un equipo que bien se lo puede catalogar como una selección B y con su actuación demostró, que hoy por hoy tenemos al menos treinta jugadores que pueden actuar en el combinado nacional sin que se resienta o se resquebraje el sistema. En otras palabras, hay ya un patrón de juego definido, un sistema asimilado y sobre todo un grupo de muy buenos jugadores que pueden representarnos con capacidad y personalidad.
En el encuentro ante los irlandeses, no estuvieron, salvo Edison Méndez, que no participo del encuentro, ninguno de los 25 jugadores que militan en equipos del exterior, muchos de ellos con gran suceso, que brillan con luz propia, y que han sumado títulos en las ligas europeas, esto nos lleva a pensar que el futuro de nuestro balompié está por el sendero correcto y que podemos apostar a continuar logrando mayores éxitos. La selección nacional, hace mucho que archivo los papelones internacionales, hoy no somos más que nadie pero tampoco menos que nadie, damos batalla por igual, se terminaron felizmente los tiempos en que nos pasaban por arriba con ridículos incluidos, dentro de las posibilidades de este deporte, se puede ganar o perder, pero estoy seguro que se terminó esa época en que nos consideraban como los invitados de piedra.
Ecuador tiene una selección que infunde respeto en todo lado, ha ganado un prestigio que hay que cuidarlo con especial esmero, no fue fácil llegar y estoy seguro que será mucho más complicado mantenerse en ese nivel. Es por eso que la responsabilidad cada vez es mayor, responsabilidad que es compartida por todos los estamentos del fútbol nacional, cada uno en su andarivel, dirigentes, técnicos, jugadores, aficionados y periodistas, por que todos formamos parte y somos la selección.
La inclusión de jugadores nacionalizados en este nuevo proceso ha generado polémica, hay diferentes criterios, algunos a favor y otros en contra, salvo alguna excepción la historia no es favorable, hay varios elementos que obtuvieron la nacionalidad, lograron vestir la casaquilla nacional, se beneficiaron en lo personal, se mostraron en el plano internacional y hoy, de ellos no sabemos absolutamente nada, ni donde están y ni siquiera conocemos si mantienen nuestra nacionalidad. La historia en este tema está
escrita y todos la sabemos de memoria, confiemos en el buen criterio del seleccionador nacional, quien es el que tiene la última palabra, y fundamentalmente en la honestidad, honorabilidad y amor al país de quienes optaron por convertirse en ecuatorianos.
No quiero pecar de optimista de cara a la Copa América de Venezuela, el grupo es muy complicado, enfrentar a Brasil, penta-campeones y potencia mundial, México a quien solo en una ocasión hemos derrotado y a una selección chilena en renovación y con hambre de triunfos y gloria no va a ser tarea sencilla, sin embargo será un parámetro exigente para evaluar el crecimiento del fútbol ecuatoriano y una magnífica oportunidad para consolidarnos a nivel sudamericano y mundial, Ecuador es la selección de mayores progresos en los últimos años, en Venezuela hay que ratificar aquellos conceptos, los ojos del mundo entero se posaran sobre la tricolor. Calidad, capacidad, condiciones, experiencia y personalidad hay en el representativo nacional como para alimentar la fé y la esperanza de que si se puede…!!!