Federer: Haber ganado a Nadal en Hamburgo lo cambia todo
El suizo Roger Federer, número uno del tenis mundial, se siente en buenas condiciones para ganar Roland Garros y está confiado en poder derrotar al español Rafael Nadal después de haberlo hecho en la final de Hamburgo hace una semana.
"Me siento mejor ahora que hace dos semanas", asegura el suizo, que cree que el triunfo en Hamburgo cambia la forma en la que afronta Roland Garros, el único Grand Slam que no figura en su palmarés.
"Creo que es la única final que (Nadal) ha perdido sobre tierra batida", afirmó hoy el suizo, que siente que ha encontrado la forma de derrotar al español en esa superficie y que está feliz por un resultado que le ha liberado y por haber acabado con la racha del español sobre la pista ocre.
"Fue un gran resultado para mí, acabé con su serie de victorias, fue algo excelente en todos los aspectos. Es el primer partido en el que he tenido la impresión de jugar como debía", dijo.
La receta para derrotar al defensor del título de París consiste, según Federer, en "tratar de dominarlo desde el fondo de la pista, atacar, ser agresivo", algo que "no es fácil sobre tierra batida".
"Eso no quiere decir que le vaya a ganar siempre", advierte un prudente Federer, que prefiere por el momento afrontar Roland Garros "como si comenzara de cero", sin pensar en el partido con el que todo el mundo sueña en París, una final entre él y Nadal.
El suizo confiesa que la victoria en Hamburgo le permite afrontar más tranquilo la cita parisiense, sin la presión añadida que hubiera supuesto sumar una nueva derrota frente a Nadal sobre arcilla.
"No quiero hablar de especulaciones, pero hace mucho tiempo que trabajo para lograr este objetivo que es Roland Garros. Trato de llegar en las mejores condiciones físicas y mentales y me siento capaz de jugar partidos duros y largos", aseguró.
El suizo se ha impuesto en tres de los últimos cuatro partidos contra Nadal y cada victoria ha tenido como escenario una superficie diferente, la hierba de Wimbledon, la moqueta del Trofeo Masters de Shangai y la tierra batida de Hamburgo.
Esta última victoria puso fin a una serie de 81 consecutivas del español sobre tierra batida.
Federer no olvida que durante años se estrelló en Roland Garros, donde tardó en superar la primera ronda, pero cree que ahora afronta el torneo con mejor mentalidad, sin una presión añadida y con la seguridad de que puede ganarlo.
"Ahora ya no tengo miedo de los cinco set, como al principio de mi carrera. Además, ahora me meto en el papel de favorito y juego bien sobre tierra batida. Eso te libera y de da confianza. Abordo Roland Garros con mejores sentimientos que en los años precedentes. Y tras haber ganado los otros Grand Slam al menos tres veces, tengo más ganas de ganar aquí", indicó.
El peor recuerdo que guarda en su memoria es la eliminación en primera ronda en 2003 ante el peruano Luis Horna. "Me metí mucha presión y cuando perdí el primer set creí que no podría remontar y que si lo hacía caería al siguiente partido, así que bajé los brazos", señaló.
Federer no cree que pueda igualar sobre hierba el récord que tiene Nadal sobre tierra batida, porque la temporada es mucho más corta, pero confiesa que Wimbledon tiene un lugar privilegiado en su corazón.
"Me lo ha dado todo en mi carrera, todos mis sueños se han hecho realidad allí y no aquí (en París)", admitió. EFE
"Me siento mejor ahora que hace dos semanas", asegura el suizo, que cree que el triunfo en Hamburgo cambia la forma en la que afronta Roland Garros, el único Grand Slam que no figura en su palmarés.
"Creo que es la única final que (Nadal) ha perdido sobre tierra batida", afirmó hoy el suizo, que siente que ha encontrado la forma de derrotar al español en esa superficie y que está feliz por un resultado que le ha liberado y por haber acabado con la racha del español sobre la pista ocre.
"Fue un gran resultado para mí, acabé con su serie de victorias, fue algo excelente en todos los aspectos. Es el primer partido en el que he tenido la impresión de jugar como debía", dijo.
La receta para derrotar al defensor del título de París consiste, según Federer, en "tratar de dominarlo desde el fondo de la pista, atacar, ser agresivo", algo que "no es fácil sobre tierra batida".
"Eso no quiere decir que le vaya a ganar siempre", advierte un prudente Federer, que prefiere por el momento afrontar Roland Garros "como si comenzara de cero", sin pensar en el partido con el que todo el mundo sueña en París, una final entre él y Nadal.
El suizo confiesa que la victoria en Hamburgo le permite afrontar más tranquilo la cita parisiense, sin la presión añadida que hubiera supuesto sumar una nueva derrota frente a Nadal sobre arcilla.
"No quiero hablar de especulaciones, pero hace mucho tiempo que trabajo para lograr este objetivo que es Roland Garros. Trato de llegar en las mejores condiciones físicas y mentales y me siento capaz de jugar partidos duros y largos", aseguró.
El suizo se ha impuesto en tres de los últimos cuatro partidos contra Nadal y cada victoria ha tenido como escenario una superficie diferente, la hierba de Wimbledon, la moqueta del Trofeo Masters de Shangai y la tierra batida de Hamburgo.
Esta última victoria puso fin a una serie de 81 consecutivas del español sobre tierra batida.
Federer no olvida que durante años se estrelló en Roland Garros, donde tardó en superar la primera ronda, pero cree que ahora afronta el torneo con mejor mentalidad, sin una presión añadida y con la seguridad de que puede ganarlo.
"Ahora ya no tengo miedo de los cinco set, como al principio de mi carrera. Además, ahora me meto en el papel de favorito y juego bien sobre tierra batida. Eso te libera y de da confianza. Abordo Roland Garros con mejores sentimientos que en los años precedentes. Y tras haber ganado los otros Grand Slam al menos tres veces, tengo más ganas de ganar aquí", indicó.
El peor recuerdo que guarda en su memoria es la eliminación en primera ronda en 2003 ante el peruano Luis Horna. "Me metí mucha presión y cuando perdí el primer set creí que no podría remontar y que si lo hacía caería al siguiente partido, así que bajé los brazos", señaló.
Federer no cree que pueda igualar sobre hierba el récord que tiene Nadal sobre tierra batida, porque la temporada es mucho más corta, pero confiesa que Wimbledon tiene un lugar privilegiado en su corazón.
"Me lo ha dado todo en mi carrera, todos mis sueños se han hecho realidad allí y no aquí (en París)", admitió. EFE