Perú y Ecuador unen en un amistoso a dos aficiones de altura

Enviado por bielo el Dom, 03/06/2007 - 20:47
En medio de la polémica suscitada por la decisión de la FIFA de prohibir los encuentros a más de 2.500 metros de altitud, las selecciones de Ecuador y Perú, dos países fronterizos a los cuales la pasión por el fútbol ha unido a miles de kilómetros, se disputaron la honra en un encuentro amistoso previo a la inminente Copa América.

El estadio Vicente Calderón madrileño fue el escenario del primero de los dos encuentros amistosos que Ecuador y Perú disputarán en la fase final de su preparación para la próxima Copa América, que se jugará en Venezuela. Las gradas del feudo atlético se vistieron del amarillo ecuatoriano y del rojo y blanco de peruano para ambientar un duelo que se llevó Perú (1-2).

Dos grupos de danzas folclóricas representativas de cada país abrieron la fiesta, mientras los aproximadamente veinte mil aficionados iban acomodándose en sus asientos, al mismo tiempo que colocaban pancartas en las que se leían consignas en contra del veto de la FIFA con frases como "sí, a la altura".

El empuje de Perú en el terreno de juego aplacó la confianza de los ecuatorianos en una cómoda victoria. "Ecuador está en un buen momento debido a la disciplina que ha inculcado el profesor Suárez. Haremos un buen partido y venceremos sin problemas", aseguró un aficionado de la tricolor enfundado en la malla amarilla de Ecuador.

No debe ser casualidad el hecho de que los goles de ambas escuadras los anotaran jugadores que militan en Ligas distintas a las de sus respectivos países, tal vez por aquello de la mejor adecuación a un escenario no autóctono como el de hoy, y que sirvieron como un guiño al público asistente, que como ellos, un día abandonaron sus países de origen para labrarse un futuro mejor.

La fiesta transcurrió con normalidad hasta mediada la segunda mitad, cuando los ánimos de los aficionados más exaltados pesaron sobre el meta peruano, George Forsyth, que fue el blanco de las iras de un sector de los aficionados peruanos y recibió un impacto de un objeto que al final quedó en un susto.

Sin embargo, el partido finalizó como había empezado, como una gran celebración por la unión de dos culturas que por una día pudieron contemplar a sus selecciones, a las que desgraciadamente sólo pueden ver desde la lejanía.