Inauguran en Wembley una estatua del legendario futbolista inglés Bobby Moore
El legendario futbolista Bobby Moore, capitán de la selección inglesa que ganó el Mundial en 1966, cuenta desde hoy con una estatua en el nuevo estadio de Wembley.
Moore, que murió de cáncer en 1993 con 51 años, es recordado en Inglaterra por levantar el trofeo cuando la escuadra inglesa derrotó al equipo de Alemania Federal en la final del campeonato del mundo disputada en el antiguo estadio de Wembley, que durante los últimos seis años ha sido sometido a obras de remodelación.
"Fue un auténtico caballero y representó lo mejor de nuestro país", dijo el primer ministro británico, Tony Blair, presente en el acto de inauguración de la estatua, al que asistió también su viuda, Stephanie Moore, y su compañero en la selección inglesa Bobby Charlton.
"Si no hubiese sido por Bobby, probablemente no habríamos ganado la Copa del Mundo", aseguró Charlton.
Por su parte, su viuda expresó su satisfacción porque la carrera de su marido fuese reconocida de esa forma "tan apropiada" y en un lugar "tan adecuado como Wembley, que pertenece al fútbol y a los aficionados".
Moore, que también fue capitán del West Ham United, fue internacional en 108 ocasiones con Inglaterra.
La escultura de uno de los defensas más brillantes de la década de los años sesenta, que alcanzó en Inglaterra la consideración de mito del fútbol, es obra del artista Philip Jackson, que también ha hecho una de la reina Isabel II en Windsor.
Moore, que murió de cáncer en 1993 con 51 años, es recordado en Inglaterra por levantar el trofeo cuando la escuadra inglesa derrotó al equipo de Alemania Federal en la final del campeonato del mundo disputada en el antiguo estadio de Wembley, que durante los últimos seis años ha sido sometido a obras de remodelación.
"Fue un auténtico caballero y representó lo mejor de nuestro país", dijo el primer ministro británico, Tony Blair, presente en el acto de inauguración de la estatua, al que asistió también su viuda, Stephanie Moore, y su compañero en la selección inglesa Bobby Charlton.
"Si no hubiese sido por Bobby, probablemente no habríamos ganado la Copa del Mundo", aseguró Charlton.
Por su parte, su viuda expresó su satisfacción porque la carrera de su marido fuese reconocida de esa forma "tan apropiada" y en un lugar "tan adecuado como Wembley, que pertenece al fútbol y a los aficionados".
Moore, que también fue capitán del West Ham United, fue internacional en 108 ocasiones con Inglaterra.
La escultura de uno de los defensas más brillantes de la década de los años sesenta, que alcanzó en Inglaterra la consideración de mito del fútbol, es obra del artista Philip Jackson, que también ha hecho una de la reina Isabel II en Windsor.