Según la prensa, Querétaro y Santos están entre los grandes deudores de impuestos.
Los clubes del fútbol mexicano Querétaro y Santos Laguna están entre los grandes deudores fiscales del 2005, según informes de la Auditoría Superior de la Federación publicados hoy por el diario La Jornada.
El informe, correspondiente a la cuenta pública 2005, señaló que cuatro clubes del máximo circuito del fútbol mexicano, que no fueron identificados tienen deudas por 2.178 millones de pesos (unos 200 millones de dólares actuales).
La Jornada citó a fuentes del Servicio de Administración Tributaria para señalar como deudores al Querétaro y el Santos, clubes que en los últimos años tuvieron cambios de propietario y que actualmente disputan el descenso.
El Santos tuvo problemas desde que fue comprado por el empresario mexicano-argentino Carlos Ahumada, en prisión y sujeto a proceso por varios delitos en la capital mexicana, lo que provocó que fuera requisado por las autoridades fiscales.
El club, con sede en Torreón, norte de México, fue entregado por las autoridades a una empresa cervera para su administración, quien después de sanearlo, lo compró en su totalidad.
El Querétaro, en la ciudad del mismo nombre, desapareció del máximo circuito en el 2005, en el marco de un proceso de reducción de equipos, y en 2006 se proclamó campeón de la división de ascenso y ganó nuevamente su lugar.
El propietario del club fue impugnado por la Federación Mexicana de Fútbol y se vio obligado a vender al club al gobierno del estado de Querétaro, que actualmente lo administra mediante un fideicomiso.
El informe, correspondiente a la cuenta pública 2005, señaló que cuatro clubes del máximo circuito del fútbol mexicano, que no fueron identificados tienen deudas por 2.178 millones de pesos (unos 200 millones de dólares actuales).
La Jornada citó a fuentes del Servicio de Administración Tributaria para señalar como deudores al Querétaro y el Santos, clubes que en los últimos años tuvieron cambios de propietario y que actualmente disputan el descenso.
El Santos tuvo problemas desde que fue comprado por el empresario mexicano-argentino Carlos Ahumada, en prisión y sujeto a proceso por varios delitos en la capital mexicana, lo que provocó que fuera requisado por las autoridades fiscales.
El club, con sede en Torreón, norte de México, fue entregado por las autoridades a una empresa cervera para su administración, quien después de sanearlo, lo compró en su totalidad.
El Querétaro, en la ciudad del mismo nombre, desapareció del máximo circuito en el 2005, en el marco de un proceso de reducción de equipos, y en 2006 se proclamó campeón de la división de ascenso y ganó nuevamente su lugar.
El propietario del club fue impugnado por la Federación Mexicana de Fútbol y se vio obligado a vender al club al gobierno del estado de Querétaro, que actualmente lo administra mediante un fideicomiso.