La madre de Romario le ha pedido al delantero, que el domingo pasado llegó al milésimo gol de su ya dilatada carrera, que marque "cuatro o cinco veces más" y cuelgue las botas, pues ya es hora de "darle espacio a otros".

"Creo que ya está. Le tiene que dar lugar a otros jugadores", declaró doña Lita, como se la conoce cariñosamente en Brasil, en una entrevista que publica hoy el diario carioca O Globo.

La madre de Romario admitió que fue "un alivio" ver a su hijo anotar el gol número 1.000, el pasado domingo, en el minuto 48 de un partido entre el Vasco da Gama y el Sport, correspondiente a la segunda jornada del campeonato brasileño.

"Ya estaba cansada de eso", declaró la madre de Romario, quien reconoció que ir al estadio en cada partido que podía suponer el milésimo gol era una obligación incómoda.

"A veces tenía otras cosas que hacer y tenía que ir al estadio por si hacía ese gol. Ya estaba cansada de eso", dijo.

Romario, de 41 años, había convocado a una rueda de prensa para el lunes por la tarde, pero finalmente no apareció.

Nadie dio explicaciones a los periodistas que le esperaron en la sede del Vasco da Gama, pero, según publican hoy algunos diarios, la razón fue simple cansancio, después de una fiesta que se prolongó hasta bien entrada la madrugada, regada con mucha cerveza y en la que Romario se dejó fotografiar fumando un puro.

En los próximos días, el jugador será objeto de numerosos homenajes, tanto del Vasco da Gama como de la propia Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).

El jueves, según la prensa, Romario ofrecerá su propia fiesta, en una discoteca que había reservado cada domingo desde mediados de abril pasado para celebrar el milésimo gol, que finalmente anotó contra el Sport.

Este último domingo, por razones no reveladas, pero que algunos diarios relacionan con cierto pesimismo ante un gol que se resistía, Romario había decidido no reservar la discoteca. EFE