Macri: El mejor dirigente es aquel que sabe decir que no.
El presidente de Boca Juniors, Mauricio Macri, señaló en Lima que "el mejor dirigente es aquel que sabe decir que no", al explicar su rechazo a las presiones para contratar a jugadores y pagar sueldos inviables desde que asumió la dirección del club en 1995, publicó hoy la prensa peruana.
Macri señaló la víspera, durante un evento al que fue invitado por el Fondo Cristal Perú al Mundial, que "a la autoridad hay que imprimirle carisma, el dirigente de fútbol debe saber que su campo de acción es heterogéneo" porque-según él- "los hinchas sólo esperan resultados y no admiten razones".
Por eso, cuando él llegó en diciembre de 1995 al Boca y le dijeron que los mejores jugadores tenían derecho a pedir cosas porque eran símbolos del equipo, Macri les respondió que "no podían ser símbolos de nada porque no le habían ganado a nadie", según las declaraciones recogidas por el diario "El Comercio".
Macri recordó que cuando llegó al Boca "tuvo que lidiar con arcas vacías y con un grupo de jugadores que no caminaban al ritmo que él quería", según el periódico local.
"Prometimos que íbamos a dejar al club entre los cinco mejores del mundo y lo logramos", señaló el presidente del Boca al finalizar su discurso.
Doce años después de su llegada al club "xeneize", su presidente se ha hecho con seis campeonatos argentinos, tres copas Libertadores, dos copas Intercontinentales, dos copas Sudamericanas y una Recopa.
En su discurso, también lamentó el caso de Adrián Guillermo, quien después de hacer "un par de jugadas geniales" se convirtió en "portada de todos los diarios deportivos" y como consecuencia del exceso de exposición, terminó jugando en tercera división.
Macri, hijo del destacado empresario argentino Marco Macri, es además líder del partido de centroderecha Propuesta Republicana (PRO) y en diciembre de 2005 asumió un escaño como diputado nacional.
A finales del pasado mes de febrero anunció su segunda candidatura al gobierno de Buenos Aires, aunque en los últimos meses había mostrado interés por postular a las presidenciales.
Macri señaló la víspera, durante un evento al que fue invitado por el Fondo Cristal Perú al Mundial, que "a la autoridad hay que imprimirle carisma, el dirigente de fútbol debe saber que su campo de acción es heterogéneo" porque-según él- "los hinchas sólo esperan resultados y no admiten razones".
Por eso, cuando él llegó en diciembre de 1995 al Boca y le dijeron que los mejores jugadores tenían derecho a pedir cosas porque eran símbolos del equipo, Macri les respondió que "no podían ser símbolos de nada porque no le habían ganado a nadie", según las declaraciones recogidas por el diario "El Comercio".
Macri recordó que cuando llegó al Boca "tuvo que lidiar con arcas vacías y con un grupo de jugadores que no caminaban al ritmo que él quería", según el periódico local.
"Prometimos que íbamos a dejar al club entre los cinco mejores del mundo y lo logramos", señaló el presidente del Boca al finalizar su discurso.
Doce años después de su llegada al club "xeneize", su presidente se ha hecho con seis campeonatos argentinos, tres copas Libertadores, dos copas Intercontinentales, dos copas Sudamericanas y una Recopa.
En su discurso, también lamentó el caso de Adrián Guillermo, quien después de hacer "un par de jugadas geniales" se convirtió en "portada de todos los diarios deportivos" y como consecuencia del exceso de exposición, terminó jugando en tercera división.
Macri, hijo del destacado empresario argentino Marco Macri, es además líder del partido de centroderecha Propuesta Republicana (PRO) y en diciembre de 2005 asumió un escaño como diputado nacional.
A finales del pasado mes de febrero anunció su segunda candidatura al gobierno de Buenos Aires, aunque en los últimos meses había mostrado interés por postular a las presidenciales.