El Bayern Múnich se siente "bien equipado" para el partido de mañana de Liga de Campeones contra el Milán, a pesar de las ausencias de Oliver Kahn y Mark van Bommel, y confía en la presencia de Owen Hargraeves como "motor" centrocampista.

"Owen puede, con seguridad, ser la cabeza del equipo mañana", dijo el técnico del equipo, Ottmar Hitzfeld, quien considera al jugador inglés un buen "recambio" a van Bommel.

Lo mismo ocurre con Michael Rensing, quien sustituirá a Kahn, sancionado por un partido por comportamiento indebido en el control antidopaje tras el encuentro contra el Real Madrid.

"Por un partido, se puede compensar", afirmó el mánager del Bayern, Uli Hoeness, respecto a la ausencia del guardameta titular.

El Bayern presentó en un primer momento recurso contra la sanción de la UEFA a Kahn, pero finalmente la acató por considerar que, caso de retirársele, eso iba a ocurrir este lunes y no habría tiempo material para prepararse.

Kahn está siendo, además, objeto de controversia tras su último ataque de ira, en el último partido de Bundesliga contra el Schalke, en que se lanzó sobre Sören Larsen, del equipo rival, lo tomó por el cuello y lo tumbó al suelo.

La acción le mereció una tarjeta amarilla, lo que "Bild" califica de sanción demasiado leve y se pregunta si Kahn tiene alguna especie de "bono" con los árbitros, puesto que a cualquier otro eso le hubiese significado una roja.

La sanción a Kahn se debió asimismo a su irascibilidad, puesto que tiró la prueba de orina al cesto y estalló en exabruptos al ser requerido por el médico a repetirla.