Parreira confía en que Brasil sea la sede del Mundial del 2014
El entrenador de la selección sudafricana de fútbol, el brasileño Carlos Alberto Parreira, dijo hoy en una entrevista exclusiva a Efe que quiere que Brasil acoja el Mundial de Fútbol del 2014.
"Me encantaría que mi país acogiera el Mundial del 2014", dijo el técnico, quien añadió que "sería excelente para el fútbol brasileño porque necesita modernizar los estadios y los centros de entrenamiento, que son viejos y obsoletos".
Parreira explicó que la celebración del Mundial sería muy positivo para su país porque "dejaría un legado muy importante".
"Sólo espero que Brasil, que es el único candidato de Sudamérica, consiga cumplir con las condiciones de la FIFA", agregó.
Carlos Alberto Parreira, quien entrena a la selección sudafricana de fútbol desde el pasado mes de enero, habló también de cómo veía a su equipo y de los preparativos de Sudáfrica para el Mundial del 2010, el primero que se celebra en el continente africano.
El técnico brasileño dijo esperar pasar la primera ronda de la fase final del Mundial porque "este es el primer desafío y el primer gran objetivo del equipo".
"No pasar la primera fase o no ganar ningún partido sería un fracaso no sólo para mí, sino para todo el proyecto", añadió Parreira.
El entrenador se mostró confiado en que, con el apoyo de los aficionados y por el hecho de jugar en casa, el equipo se va a crecer y va a llegar lejos.
"Lo aficionados sudafricanos -añadió- adoran el deporte, no sólo el fútbol, sino también el criquet y el rugby, y van a estar con el equipo".
Parreira destacó que entrenar Sudáfrica era "una gran oportunidad de disputar otra Copa del Mundo".
"Dirijo un equipo en el que todo el mundo pone los ojos y espera mucho de él para el Mundial y esto es un desafío interesante", explicó el técnico de "Bafana Bafana", apodo zulú con el que se conoce a la selección sudafricana de fútbol.
Parreira también comentó que al equipo le queda mucho camino para recorrer: "Tenemos que trabajar mucho aún y hay que hacer una renovación de la plantilla, combinar jugadores jóvenes con jugadores con más experiencia, como han hecho otras selecciones nacionales".
En este sentido, el entrenador brasileño comentó que no había recibido consignas de que el equipo debería cumplir con determinadas cuotas raciales, algo que sí se ve en otros deportes, y comentó que "esto no puede pasar en el fútbol".
"No he recibido ni una mención sobre esto. Si decido que el equipo sea todo de negros o de blancos será de negros o de blancos, van a jugar los mejores, sean negros o blancos", explicó Parreira.
El cumplimiento de las obras de los estadios es una de las cuestiones que más preocupa a los organizadores del Mundial del 2010. El técnico brasileño, al preguntarle por este asunto, se mostró muy optimista y dijo que las obras "ahora van a un ritmo normal".
"Hace un tiempo tenía algunas dudas al respecto pero actualmente veo que las cosas están funcionando bien", explicó.
Resaltó que, por ejemplo, en Johannesburgo, donde se celebrará la final del campeonato, "las infraestructuras son buenas, los hoteles son de calidad, y los estadios ahora en obras serán muy lindos".
"El Mundial será fantástico, todo un éxito", insistió.
Sobre el problema del alto índice de criminalidad e inseguridad en Sudáfrica, sobre todo en Johannesburgo, la mayor ciudad del país, Parreira también se mostró confiado: "Es verdad que el tema de la seguridad preocupa mucho aquí, es un problema serio. Yo no he tenido problemas y me siento perfectamente seguro".
El sueldo de Parreira, superior al del presidente sudafricano, Tabo Mbeki, ha generado algunos comentarios en la prensa por considerarlo exagerado, aunque el entrenador no lo ve así.
"La verdad es que no es un salario tan excesivo, es un salario común. Un buen salario que, comparado con el de otras selecciones y entrenadores, es muy bajo", explicó el técnico.
Y agregó que, en sus 37 años de trabajo en el mundo del fútbol, ésta era "la primera vez que alguien se preocupa por mi salario".
Además Parreira destacó que no vino a Sudáfrica por el dinero sino "por la oportunidad de dirigir una selección que va a representar a su país en la Copa del Mundo".
El entrenador dijo también sentirse muy a gusto en Sudáfrica: "Es un país muy interesante y bonito por sus bellezas naturales".
"La cultura y el clima se parecen a Brasil, me he adaptado con facilidad pero hecho de menos la familia y los amigos", añadió Parreira.
Carlos Alberto Gomes Parreira (Rio de Janeiro, 1943), dirigió a la selección brasileña que fue campeona en el Mundial de 1994 en Estados Unidos y estuvo nuevamente a cargo de ella en el Mundial del año pasado en Alemania, donde Brasil cayó ante Francia en los cuartos de final.
Como seleccionador nacional, ha estado también al frente de los equipos de Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos.
Ha entrenado a dos famosos clubes en Brasil: Fluminense y Corinthians, a los cuales les dio dos de los trofeos nacionales más importantes: la Copa Brasileña y el Campeonato Paulista.
Con Sudáfrica, sus dos principales retos son conseguir la clasificación para la Copa Africana de Naciones, que se celebrará en Ghana en 2008, y hacer un buen papel con el equipo anfitrión en la fase final del Mundial de Sudáfrica, que comenzará en junio del 2010.
"Me encantaría que mi país acogiera el Mundial del 2014", dijo el técnico, quien añadió que "sería excelente para el fútbol brasileño porque necesita modernizar los estadios y los centros de entrenamiento, que son viejos y obsoletos".
Parreira explicó que la celebración del Mundial sería muy positivo para su país porque "dejaría un legado muy importante".
"Sólo espero que Brasil, que es el único candidato de Sudamérica, consiga cumplir con las condiciones de la FIFA", agregó.
Carlos Alberto Parreira, quien entrena a la selección sudafricana de fútbol desde el pasado mes de enero, habló también de cómo veía a su equipo y de los preparativos de Sudáfrica para el Mundial del 2010, el primero que se celebra en el continente africano.
El técnico brasileño dijo esperar pasar la primera ronda de la fase final del Mundial porque "este es el primer desafío y el primer gran objetivo del equipo".
"No pasar la primera fase o no ganar ningún partido sería un fracaso no sólo para mí, sino para todo el proyecto", añadió Parreira.
El entrenador se mostró confiado en que, con el apoyo de los aficionados y por el hecho de jugar en casa, el equipo se va a crecer y va a llegar lejos.
"Lo aficionados sudafricanos -añadió- adoran el deporte, no sólo el fútbol, sino también el criquet y el rugby, y van a estar con el equipo".
Parreira destacó que entrenar Sudáfrica era "una gran oportunidad de disputar otra Copa del Mundo".
"Dirijo un equipo en el que todo el mundo pone los ojos y espera mucho de él para el Mundial y esto es un desafío interesante", explicó el técnico de "Bafana Bafana", apodo zulú con el que se conoce a la selección sudafricana de fútbol.
Parreira también comentó que al equipo le queda mucho camino para recorrer: "Tenemos que trabajar mucho aún y hay que hacer una renovación de la plantilla, combinar jugadores jóvenes con jugadores con más experiencia, como han hecho otras selecciones nacionales".
En este sentido, el entrenador brasileño comentó que no había recibido consignas de que el equipo debería cumplir con determinadas cuotas raciales, algo que sí se ve en otros deportes, y comentó que "esto no puede pasar en el fútbol".
"No he recibido ni una mención sobre esto. Si decido que el equipo sea todo de negros o de blancos será de negros o de blancos, van a jugar los mejores, sean negros o blancos", explicó Parreira.
El cumplimiento de las obras de los estadios es una de las cuestiones que más preocupa a los organizadores del Mundial del 2010. El técnico brasileño, al preguntarle por este asunto, se mostró muy optimista y dijo que las obras "ahora van a un ritmo normal".
"Hace un tiempo tenía algunas dudas al respecto pero actualmente veo que las cosas están funcionando bien", explicó.
Resaltó que, por ejemplo, en Johannesburgo, donde se celebrará la final del campeonato, "las infraestructuras son buenas, los hoteles son de calidad, y los estadios ahora en obras serán muy lindos".
"El Mundial será fantástico, todo un éxito", insistió.
Sobre el problema del alto índice de criminalidad e inseguridad en Sudáfrica, sobre todo en Johannesburgo, la mayor ciudad del país, Parreira también se mostró confiado: "Es verdad que el tema de la seguridad preocupa mucho aquí, es un problema serio. Yo no he tenido problemas y me siento perfectamente seguro".
El sueldo de Parreira, superior al del presidente sudafricano, Tabo Mbeki, ha generado algunos comentarios en la prensa por considerarlo exagerado, aunque el entrenador no lo ve así.
"La verdad es que no es un salario tan excesivo, es un salario común. Un buen salario que, comparado con el de otras selecciones y entrenadores, es muy bajo", explicó el técnico.
Y agregó que, en sus 37 años de trabajo en el mundo del fútbol, ésta era "la primera vez que alguien se preocupa por mi salario".
Además Parreira destacó que no vino a Sudáfrica por el dinero sino "por la oportunidad de dirigir una selección que va a representar a su país en la Copa del Mundo".
El entrenador dijo también sentirse muy a gusto en Sudáfrica: "Es un país muy interesante y bonito por sus bellezas naturales".
"La cultura y el clima se parecen a Brasil, me he adaptado con facilidad pero hecho de menos la familia y los amigos", añadió Parreira.
Carlos Alberto Gomes Parreira (Rio de Janeiro, 1943), dirigió a la selección brasileña que fue campeona en el Mundial de 1994 en Estados Unidos y estuvo nuevamente a cargo de ella en el Mundial del año pasado en Alemania, donde Brasil cayó ante Francia en los cuartos de final.
Como seleccionador nacional, ha estado también al frente de los equipos de Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos.
Ha entrenado a dos famosos clubes en Brasil: Fluminense y Corinthians, a los cuales les dio dos de los trofeos nacionales más importantes: la Copa Brasileña y el Campeonato Paulista.
Con Sudáfrica, sus dos principales retos son conseguir la clasificación para la Copa Africana de Naciones, que se celebrará en Ghana en 2008, y hacer un buen papel con el equipo anfitrión en la fase final del Mundial de Sudáfrica, que comenzará en junio del 2010.