En el estadio Alberto J. Armando y por el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, Corinthians eliminó a Boca Juniors por penales. No hubo goles en 180 minutos.
En el primer tiempo, el Xeneize fue claramente superior y estuvo muy cerca de ponerse en ventaja en reiteradas ocasiones: registró el 58% de la posesión de la pelota y finalizó con 14 remates -tres de ellos al arco-, mientras que el rival apenas pateó una vez.
El local dominó el juego a partir de la intensa presión que ejercieron sus volantes y encontró desequilibrio individual por los costados con Exequiel Zeballos y, principalmente, con Sebastián Villa, ya que tendió a recostar el juego por el andarivel izquierdo.
A los 31', Raul Gustavo golpeó con el codo a Pol Fernández y, luego de la intervención del VAR, Andrés Matonte revisó la acción y sancionó la pena máxima. Darío Benedetto, quien minutos antes había desperdiciado una inmejorable chance para abrir el marcador tras un centro de Zeballos, se hizo cargo del penal y el palo izquierdo le negó el festejo.
En el complemento, los dirigidos por Sebastián Battaglia mantuvieron el dominio y la iniciativa, aunque fueron perdiendo precisión y profundidad con el transcurso del tiempo. La situación más clara la tuvo nuevamente el Pipa.
Después de una notable asistencia de Villa, Benedetto volvió a fallar, en este caso al querer definir por encima de la humanidad de Cássio y enviar su tiro por arriba del travesaño. El Timao, por su parte, interrumpió sistemáticamente el juego y se aferró a la igualdad, la cual le permitió forzar los penales.
En la definición desde los doce pasos, Villa, Benedetto (desviado) y Juan Ramírez, en ese orden, erraron por el lado de Boca. Agustín Rossi detuvo dos penales, pero no fue suficiente y el experimentado Gil le dio el pase a los cuartos del final a la visita. STATSPERFORM