La era Dunga hace difícil soñar con la resurrección del jogo bonito

Enviado por bielo el Jue, 28/06/2007 - 18:01
Lo que la selección de Brasil ha demostrado durante casi el año que lleva al frente de ella el técnico Carlos Dunga, hace difícil soñar con la resurrección del "jogo bonito" de su fútbol de antaño, más tras la derrota 0-2 ante México en su debut en la Copa América Venezuela'07.

Buenas y afamadas individualidades, con grandes o medianos nombres, convocados o no a Venezuela, no logran -en evidente justicia desde mucho antes de que Carlos Caetano Bledorn Verri "Dunga" se hiciera cargo de la otrora "verdeamarela", de la que fue su capitán- conjugar ello con un trabajo colectivo vistoso, enamorador y efectivo, como el que tuvo su clímax en México'70.

Muchos técnicos han intentado que la curva en descenso que se ha ido dibujando desde entonces revierta tal tendencia, algunos con más suerte y hasta títulos que otros, pero en definitiva ésta sugiere que sigue una trayectoria en picada.

En su empeño renovador, en esa lucha contra la ley de gravedad y por tener claro el diagnóstico, Dunga ha comenzado por apelar un poco menos a los futbolistas mundialmente más conocidos de la actualidad, y algunos de éstos incluso lo han ayudado, desatendiendo sus convocatorias por cuenta propia.

Además, porque algunas de estas "estrellas" ya han demostrado en el más reciente pasado que no logran cuajar del todo como reclama la "saudade" (añoranza), para así ir intentando fraguar una nueva era.

Los frutos ya cosechados desde que fue nombrado para el cargo en julio del año pasado siguen, no obstante, dejando sabores sosos, aunque en menos de un año tampoco es justo pedirle más dulzuras, pero sí un poco más de condumio.

Lo demostrado la noche del miércoles ante México, por ejemplo, donde Robinho fue generoso en movilidad y gambetas -de tanto en tanto con una mezcla de caballo de paso, elegante, y a la vez de potro desbocado, sin brújula- evidencia que la selección brasileña persiste con su escasa efectividad ante las porterías rivales.

En los once partidos amistosos y el primero en un torneo oficial que Dunga ha dirigido, precisamente el de la derrota del miércoles ante México, la selección acumula veinte goles, sólo uno de Robinho.

Además, a esa solitaria anotación del jugador del Real Madrid español, de 23 años, se agregan las asimismo escasas cuatro de delanteros: dos de Vágner Love, una de Fred y otra de Rafael Sobis.

Esas cuentas las cierran las dianas conseguidas por defensas y centrocampistas, y se espera que Dunga logre que sus convocados las incrementen considerablemente en el transcurso de la Copa América, primero a costa de Chile y Ecuador, sus próximos dos rivales, que serán los últimos en Venezuela'07 si llegaran a no hacerlo.

Solo faltan los goles, pareció decir Dunga tras el juego ante México, al destacar: "Creamos muchas ocasiones", no concretadas por mala suerte o por piruetas casi de circenses de los norteamericanos, según su evaluación.

"Lo más difícil en el fútbol es crearlas y nosotros lo hicimos, y muchas veces, pero no fue un día propicio para marcar", señaló, lo que llevó a algunos periodistas de su país presentes en Venezuela a recordar que en una ocasión su antecesor, Alberto Parreira, utilizó una justificación casi similar frente a otra derrota, al decir que "el gol es solo un detalle" en el fútbol.