Perú vive la Copa América con tranquilidad y entusiasmo tras debut soñado

Enviado por bielo el Mié, 27/06/2007 - 14:33
La selección de Perú disfrutó hoy de una jornada de relax y entusiasmo tras la estupenda goleada de 3 a 0 que le propinó a Uruguay, en el partido que abrió el martes la disputa de la Copa América de Venezuela.

El seleccionador peruano, Julio César Uribe, ordenó una distendida sesión de entrenamientos entre los futbolistas que no alternaron en el juego con los "charrúas", en el campo de la "Academia Ameritense" de la ciudad andina de Mérida.

Entre los jugadores peruanos que participaron en la práctica estuvieron los suplentes habituales, además del atacante del Metallurg de Ucrania Andrés Mendoza, quien ingresó en los últimos minutos del partido contra Uruguay.

Tras un momento de distensión y bromas, así como la firma de autógrafos a algunos aficionados, los peruanos realizaron movimientos tácticos y prácticas con balón detenido, factor en el que incidió repetidas veces el entrenador.

En la concentración de Perú en Mérida, por su parte, quedaron los titulares, quienes se entrenarán por la tarde también en la "Academia Ameritense" para ir preparando la estrategia que emplearán frente a Venezuela el próximo sábado en la ciudad de San Cristóbal.

A pesar de que Uribe ha preferido colocarle paños fríos al entusiasmo que ha despertado el debut peruano, el técnico también remarca que está seguro que el fútbol de su país "ha comenzado a cambiar su historia".

El seleccionador ha dejado en claro, sin embargo, que ya está totalmente concentrado en el decisivo partido contra Venezuela, ya que considera que Perú dio "un primer paso" ante Uruguay, pero no existen "dos partidos iguales".

El capitán Claudio Pizarro también elogió la gran aplicación táctica de sus compañeros y la decisión de aprovechar la principal característica del juego peruano: el toque de balón a ras del campo para buscar el cambio de ritmo para el ingreso de los veloces atacantes Jefferson Farfán y Paolo Guerrero.

Y es que Perú fue, por momentos, una máquina de fútbol moderno frente a un Uruguay desconcertado ante la presión en la marca, el toque constante y el cambio de ritmo que lucieron los "incaicos".

Ya Uribe había adelantado que su selección daría la sorpresa en la Copa, un torneo que considera la base de ensayo para las próximas eliminatorias sudamericanas, pero a la que también otorga la debida importancia.

Perú, que ganó su última Copa América en 1975, precisamente en un partido definitorio jugado en Venezuela frente a Colombia, busca demostrar que el recambio generacional y la aplicación de los conceptos del fútbol europeo pueden adaptarse adecuadamente a su tradicional juego de filigrana.

En esta tarea es vital la presencia de un Claudio Pizarro en plena madurez futbolística y colocado en el elite del fútbol mundial tras su traspaso del Bayern de Múnich al Chelsea de Inglaterra.

Bajo su liderazgo, aparecen jugadores más jóvenes como el superlativo Jefferson Farfán, un goleador de raza que en este torneo ha aceptado sin quejas y con entusiasmo retroceder unos metros hacia el medio campo para permitir la presencia de Paolo Guerrero, la otra carta del trío de ases ofensivos peruanos.

Uribe puede mirar con confianza, además, hacia el banco de suplentes, donde tiene a un Mendoza que puede ser decisivo, como en la veloz jugada que permitió a Guerrero anotar el tercer gol frente a Uruguay, o a Roberto "Malingas" Jiménez, reciente ganador del torneo Clausura argentino con el San Lorenzo de Almagro.

La zona media, que era la gran duda peruana en la previa al torneo, superó con creces las expectativas y se dio el lujo de mostrar al mundo a Juan Carlos Mariño, un jugador que hace honor a la tradición de figuras del pasado como Hugo "Cholo" Sotil o Teófilo Cubillas.

Y es que la anotación que consiguió frente a los "charrúas" el volante del Cienciano del Cuzco, del que se dice que está a un paso de emigrar a Europa, fue digna de las mejores jornadas del fútbol peruano y un estupendo marco para el inicio de la Copa América.

Perú cuenta, además, con un jugador histórico como el incansable Juan Carlos Bazalar, que a sus 39 años aún sorprende por su despliegue en el medio campo y puede enorgullecerse, además, de tener a su hijo Alonso como integrante de la selección sub 17 de Perú que participará en el Mundial de Corea del Sur de la categoría.