Brad Bradley, seleccionador estadounidense de fútbol, confesó que siente un gran respeto por Argentina, su primer rival mañana en la Copa América, aunque resaltó que es un desafío que le encanta.

"Tener un poco de respeto por tu rival es bueno, pero demasiado respeto es malo", comentó el seleccionador norteamericano que sólo ha mantenido a cuatro jugadores del equipo que el pasado domingo se adjudicó la Copa de Oro frente a México.

Este será el octavo enfrentamiento entre Argentina y Estados Unidos con ventaja de la albiceleste por 5-2, aunque su último duelo en Copa América ocurrió en la primera fase del torneo de Uruguay'95, donde los norteamericanos ganaron por un rotundo 3-0 y después alcanzaron las semifinales.

Uno de los pocos veteranos de la plantilla estadounidense es el portero Kasey Keller, superviviente de aquel partido de 1995, quien ha descartado que les influyan las fricciones políticas entre su país y el presidente venezolano Hugo Chávez. "Tenemos un gran respeto por la gente de aquí y ellos se han mostrado muy amigables con nosotros", señaló.

Bradley ha dejado fuera a pesos pesados del equipo que estuvieron en la Copa de Oro como Landon Donovan, Clint Dempsey, Tim Howard o DaMarcus Beasley.

El defensa Jonathan Bornstein, los centrocampistas Benny Feilhaber y Ricardo Clark y el delantero Taylor Twellman son los únicos cuatro jugadores campeones de la Copa de Oro que repiten en la Copa América.

"Jugar estos dos grandes torneos de forma casi seguida es un gran reto para nosotros y la elección del equipo para Venezuela ha conllevado muchas discusiones, entre otras cosas porque la Liga de fútbol (MLS) no se ha detenido en nuestro país. Al final se impuso el criterio de tener una plantilla eminentemente joven", declaró Bradley.