Las historias de nunca rendirse, de volverlo a intentar siempre se presentan en el deporte. Esta vez ocurrió en el ciclismo. En el 2007 Geraint Thomas participó por primera vez en el Tour de Francia y acabó en el penúltimo lugar de la clasificación general. Pasaron los años y con más experiencia, este 2018 el galés se proclamó ganador de la edición 105 de esta tradicional carrera ciclística.
Este domingo se vivió la última etapa de esta competencia. Thomas cumplió con el recorrido con calma, sabía que el título no lo iba a perder así que hizo un recorrido triunfal por los Campos Eliseos, en París. El ganador de la etapa 21 fue Alexander Kristoff, noruego; pero el campeón fue Thomas. El holandés Tom Dumoulin y el inglés Chris Froome completaron el podio de la general.
Esta es la primera vez que un ciclista de Gales triunfa en este recorrido. Atrás quedó el calvario del 2007 cuando Thomas llegaba detrás del pelotón. La revancha comenzó en los Alpes, allí se hizo con el maillot amarillo de líder y no lo perdería.
El maillot verde, para el mejor velocista, fue para el eslovaco Peter Sagan. El francés Julian Alaphilippe ganó el maillot al mejor escalador. Y Pierre Latour, compañero de equipo de Thomas, fue el mejor joven.