El Lyon gana su sexto título y su ciclo empieza a dar signos de fatiga.

Enviado por carlosefrain el Dom, 22/04/2007 - 19:39
 El Lyon ganó hoy su sexto título de liga consecutivo y encumbró así un grupo de jugadores que le ha dado los años más gloriosos de su historia, aunque en los últimos meses ha dado preocupantes signos de agotamiento.

Al conjunto de Gérard Houllier le ha bastado con hacer un imponente inicio de temporada y gestionar la ventaja lograda para proclamarse ganador a falta de seis jornadas para el final, algo inédito en el campeonato francés.

Es el segundo título que gana Houllier en el banquillo lionés, que se suma a los tres que obtuvo Paul Le Guen y el que ganó Jacques Santini, el primero de la historia del club.

Si el año pasado ya hizo historia con su quinto título consecutivo, algo que ningún otro club francés había logrado antes, el Lyon afianzó su racha con una sexta corona que ha parecido más fácil que las anteriores.

Un arranque sublime colocó a los lioneses en una situación inalcanzable para sus rivales, lo que le permitió sobrevolar el campeonato que ha controlado sin problemas.

Un dominio que no ha ocultado ciertos signos de fatiga a partir de la tregua navideña, tras la cual la suficiencia mostrada en los primeros meses de la temporada dejó paso a un equipo menos seguro de si mismo y con más problemas para sacar adelante los partidos.

Al Lyon que tenía una fe ciega en la victoria le sustituyó un equipo más humano, menos ofensivo, más desordenado y previsible.

Los puntos dejaron de acudir con tanta facilidad a su casillero y los nervios se apoderaron del equipo, que quedó eliminado de la Liga de Campeones frente a la Roma casi sin oponer batalla, en contraste con la pujanza mostrada en los primeros meses del año.

El mal juego en un equipo acostumbrado en la excelencia abrió la caja de pandora de los problemas y pronto comenzó a ponerse de manifiesto la necesidad de una renovación.

Visto que el Lyon no tenía entidad suficiente para ganar la Liga de Campeones, algunos jugadores comenzaron a mostrar su deseo de aspirar a clubes más ambiciosos y, ante la facilidad con la que le iban las cosas en la liga, no tardó en abrirse el debate de la renovación.

El presidente, Jean-Michel Aulas, que se ha convertido a golpe de campeonato en uno de los personajes más influyentes del fútbol francés, se muestra incapaz de retener a los mejores jugadores al final de cada temporada, atraídos por los cantos de sirena de los grandes clubes del continente.

Para dirigir la enésima renovación en un equipo que comienza a dar muestras de haber agotado su ciclo, Aulas ha puesto toda su confianza de Houllier, un técnico que tampoco despierta la unanimidad de aficionados y vestuario.

El ex técnico del Liverpool deberá hacer frente a bajas importantes, como la de Eric Abidal, que ya ha mostrado su deseo de dejar el equipo, o Florent Malouda, que desde hace unos meses busca la puerta de salida.

El brasileño Claudio Caçapa tampoco estará la próxima temporada, mientras que el club deberá pelear para conservar a Juninho Pernambucano.

En total, el presidente calcula que siete u ocho jugadores pueden cambiar de aires, un reto que el Lyon ya ha afrontado en los últimos años y que ha aprobado con nota.

Ni la marcha de Sonny Anderson, Mickael Essien o Mahamadou Diarra desgastaron a un grupo que, con el trabajo acabado, comienza a pensar en su séptima liga.