Pekín cumplió con los pronósticos y será la sede de los Juegos Olímpicos de invierno de 2022, con lo que se convertirá en la primera ciudad en la historia que organice el evento en sus dos versiones.
La capital china, que era la gran favorita, se impuso más ajustadamente de lo esperado por 44-40 a la kazaja Almaty, en la votación celebrada este viernes en la asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI) en Kuala Lumpur.
Después de los Juegos invernales de Pyeongchang 2018 y los de verano de Tokio 2020, Pekín 2022 será la tercera vez consecutiva que un evento olímpico tiene lugar en Asia.
La capital china, que organizó con éxito los Juegos estivales de 2008, se llevó la victoria pese a que su concepto olímpico supondrá largos desplazamientos entre las sedes y sustentará las competiciones de esquí en gran parte sobre nieve artificial.
La ciudad de Kazajistán ya se había presentado sin éxito a la elección de la sede de 2014, que le fue concedida al balneario ruso de Sochi.
Almaty logró no obstante reconocimiento con su candidatura, basada en una propuesta compacta y de bajo costo.
El pedido del primer ministro kazajo, Karim Massimov, que pidió al COI que aprovechara la "oportunidad de oro" de permitir a un país pequeño organizar unos Juegos de invierno, no fue atendida.
La derrota del "outsider" es un freno a las aspiraciones reformistas del COI y su Agenda 2020. El voto de los 85 miembros de la organización presentes en Kuala Lumpur decidió apostar por lo seguro.
Pekín hizo grandes gastos para organizar perfectamente los Juegos de 2008. Además, China ofrece estabilidad política y económica.
"Nosotros damos todas las garantías que se requieren", aseguró la viceprimer ministra china, Liu Yandong.
A Almaty no le ayudó su intensa recta final, con un convincente concepto centrado en los atletas y una brillante presentación en la capital malaya, para derrotar a la vecina potencia deportiva.
"Somos una oportunidad de oro para mostrar que países pequeños pueden organizar Juegos de invierno exitosos", dijo Massimov.
La ciudad, ubicada al pie de la cordillera Tian Shan, presentó un proyecto de bajo coste y desplazamientos cortos.
Todas las instalaciones habrían estado en un radio de 30 kilómetros de la villa olímpica. Y para 2017, independientemente de los Juegos, el 80 por ciento de las sedes y pabellones deberían estar terminados.
Pero además, Almaty podía poner algo en la balanza de lo que escasean sus rivales: nieve.
El concepto de Pekín no sólo está basado sobre mucha nieve artificial, sino que contrasta claramente con el de Almaty.
Las competiciones de esquí alpino, bobsleigh, luge y skeleton se disputarán en la zona de Yanqing, que se encuentra entre Pekín y Zhangjiakou.
La mitad de las alrededor de cien medallas de oro se darán en las montañas de Zhangjiakou, a unos 190 kilómetros de distancia. Un tren de alta velocidad debería acortar el viaje hasta allí a 70 minutos y a 20 en el caso de Yanqing.
La construcción de la nueva línea férrea costará millones de dólares, así como la ampliación de las zona de esquí de Yanqing, obras que recuerdan a los opulentos Juegos de Sochi en 2014.
Por el contrario, en la capital china se utilizarán la mitad de los estadios construidos para los Juegos de verano de 2008.
El Cubo de Agua, entonces el pabellón que albergó la piscina olímpica, se transformará en el Cubo de Hielo para el hockey. Además, en el famoso Nido de Pájaro, el estadio olímpico, se celebrarán las ceremonias de apertura y clausura.
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Tomado: canchallena.lanacion.com.ar