BMW confía en su motor V8.
BMW confía en su nuevo motor V8 ahora que la Fórmula Uno cambiará las unidades V10 de 3 litros por los V8 de 2.4 litros.
Cuando BMW llegó a la Fórmula Uno como socio de la escudería Williams, diseñó durante un tiempo el motor más potente de la parrilla y eso es algo que espera recupera en su primera temporada como equipo.
Los tiempos por vuelta aumentarán unos dos o tres segundos, aunque los espectadores apenas lo notarán, explicó Mario Theissen durante la presentación del primer monoplaza de F1 de BMW. Los pilotos, por otro lado, necesitan adaptar su forma de conducir. Para explicarlo de forma fácil: los pilotos tendrán que atacar las curvas menos marcadamente para aprovechar al máximo la potencia disponible.
Las diferentes secuencias de encendido y los intervalos, si se compara con los V10, han provocado una situación completamente nueva en términos de vibraciones. Con un rango de velocidad que sobrepada las 19.000rpm, el V10 se encontró con una zona crítica entre las 12.000 y 14.000 rpm. Sin embargo, el motor pasa muy poco tiempo en esta banda problemática y se suaviza otra vez a medida que las revoluciones van aumentando. Pero es precisamente aquí que el V8 encuentra problemas. Su curva de vibración entra un territorio problemático más tarde que el V10, comenzando alrededor de las 16.000 rpm y poniéndose más crítico a partir de allí, lo que puede afectar a la estabilidad de los componentes del vehículo. Y al igual que su predecesor con dos cilíndros adicionales, el motor BMW P86 V8 también tendrá que durar una distancia de dos grandes premios.