La Fórmula Uno continuará reduciendo gastos y redoblará las medidas de seguridad para el campeonato mundial de 2008, pero al mismo tiempo se esforzará por darle más emoción a las carreras, facilitando las maniobras para rebasar a un rival.

En años recientes, los equipos más ricos han dominado el mundial, dejando muy atrás a los más pequeños. Esto ha obligado a la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) a modificar los reglamentos, en un esfuerzo por darle paridad a la competencia.

El campeonato mundial debe mantenerse financieramente viable para los equipos independientes. Contra esto, dos (quizás tres) fabricantes quieren ganar títulos gastando dinero en forma desenfrenada, dijo el miércoles el presidente de la FIA, Max Mosley, según un comunicado.

Este estilo le ha causado un gran daño al automovilismo, más recientemente con la IRL en Estados Unidos. No queremos eso en la F1.

El principal cambio que permitiría la reducción de gastos vendría con las nuevas tecnologías. Si un equipo introduce una que le ayude ganar carreras, la misma sería prohibida para la siguiente temporada.

La FIA considera que esa prohibición impedirá a los demás equipos gastar grandes sumas de dinero copiando al que innovó.

Otras medidas incluyen limitaciones en los gastos de investigación de aerodinámica y reducir el peso de los monoplazas de 605 kilogramos a 550.

La verdadera discusión en la Fórmula Uno no es sobre su control ó el dinero que reparte FOM (dueña de los derechos comerciales) a los equipos. Es sobre los costos, declaró Mosley.

Otra medida será partir en dos partes al alerón delantero para aumentar las posibilidades de rebasamiento.

Mosley tenía que divulgar el reglamento del 2008 antes de fin de año. La FIA busca impedir una división en el mundial a partir de esa temporada ante la amenaza de cinco constructores: Honda, Toyota, Renault, Mercedes y BMW.