El asturiano Fernando Alonso de la escudería Renault se proclamó, a falta de dos carreras, Japón y China, campeón del mundo de fórmula uno y elevó a España a la cima internacional del automovilismo. Alonso nacido hace 24 años en Oviedo se convirtió en el niño prodigio poco después de que su padre Jose Luis lo subiera al kart que él mismo había construido para su hermana mayor Lorena y que esta prefirió no usar. Después de ganar las primeras carreras infantiles en su Asturias natal empezó a quedársele pequeña y Fernando siguió ganando en competiciones disputadas fuera de su región en otras comunidades autónomas como Castilla, León, país vasco y Galicia. A los 12 años comenzó a competir fuera de España gracias a que su victorias hacían llegar pequeños patrocinios que mantenían vivía la ilusión del joven asturiano que deslumbraba en el karting primero en el plano europeo y luego en el mundial. Ya a los 16 años Alonso se proclamaba campeón del mundo de karts en Genk (Bélgica) de la mano de Adrián Campos. Después en la fórmula 3000 categoría en que sus excepcionales condiciones de pilotaje y su victoria en Spa (Bélgica) le dieron espaldarazo definitivo para dar el salto a la Fórmula Uno.