Al inicio del partido la selección nacional buscó hacerse superior con la posición de bola. Tuvo lugar el saque inicial y Enner Valencia se buscó la falta, lo hicieron caer pasado el círculo central y ya se emepzaba a notar quien manejaría los hilos en la ofensiva.
Ambas selecciones necesitaban ganar para seguir vivos en la cita mundialista de Brasil, una derrota en el partido para cualquiera de las dos selecciones los pondría fuera de la Copa del Mundo de Brasil. Por lo tanto, ningún equipo salió a esconder nada, ambos combinados buscaron desde un principio adelantarse en el marcador.
Los dirigidos de Reinaldo Rueda en los primeros minutos era quien dominaba las acciones por que Honduras solamente esperaba, en una forma de estudiar a sus rivales para luego intentar reaccionar inteligentemente. Honduras, un equipo timorato en los inicios del cotejo adelantaba a su medio campo para llegar con pelotazos largos. La defensa ecuatoriana se mantenía concentrada en lo que iba de partido.
Pasados ya los quince minutos del cotejo las situaciones eran parejas, Ecuador llegaba con fútbol área rival, mientras que Honduras lanzaba centros en diagonal desde el medio campo que desubicaban a la defensa ecuatoriana. Acciones de peligro tuvo el equipo centroamericano sobre el área ecuatoriana. El atacante Costly era quien causaba daño y problemas al bloque defensivo tricolor.
La jugada del primer gol fue una falla de Guagua, el central no despejó bien con la cabeza y el balón le quedó servido a Costly que con furia en un remate venció la portería de Domínguez y se decretaba el uno por cero a favor de los centroamericanos. El tanto tomó por sorpresa a jugadores y fanáticos que observaban desde el estadio Arena da Baixada, hasta los 14 millones de personas que seguían a la selección nacional.
La alegría hondureña no duró mucho, ni siquiera cinco minutos, al 33 tras un remate de Paredes que salió desviado y una bola que parecía que no causaba mucho daño, como un cazador apareció al otro poste del portero y tras barrerse marcó el empate y la algarabía ecuatoriana.
Para la segunda parte del compromiso Ecuador salió y con la intensión de dominar el compromiso. En los papeles, Ecuador dominó claramente el compromiso en su segunda parte, las llegadas ya eran más claras porque sus dos extremos ya entraron al ritmo al que tienen acostumbrada a su afición. Tanto Montero como Valencia encontraron su ritmo y las bandas ya eran distintas en el método de juego pese a la marca de dos elementos sobre los jugadores ecuatorianos.
Al minuto 64, una jugada calcada de lo que fue el primer gol ante Suiza, Ayoví centro y Enner Valencia aparecía otra vez para conectar de cabeza y marcar la segunda y lo que sería a la postre el gol del triunfo.
Ecuador buscaba la tercera, jugadas por las bandas, sus jugadores característicos para cumplir con esta función empezaban a hacer poner de pie a la afición con cada desborde. Honduras ya no podía llegar como lo hizo en el primer tiempo, la defensa nacional taponó esos agujeros y la concentración parecía tomar lugar hasta el final del partido.
El árbitro decretó el final del partido y la alegría se hizo presente, dado que era un partido clave y además porque se logró remontar el marcador.
Ecuador se jugará su última carta ante Francia el día 25. De conseguir una victoria ante los galos, Ecuador pondría un pie en los octavos esperando a lo que pase entre Honduras y Suiza, si gana el equipo helvético el gol diferencia sería clave en las aspiraciones de los octavos de final en el grupo E.
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