Diego Maradona espera que los médicos del sanatorio Güemes, al que ingresó el 28 de marzo, le den el alta esta semana aunque su médico, Alfredo Cahe, advirtió que su salida del centro asistencial será sólo el comienzo de una larga etapa de tratamientos.

"Esto será largo, no se puede hablar de alta porque esto será un largo camino", dijo Cahe, quien insiste en llevarlo a Suiza para que se someta a un tratamiento de desintoxicación pese a que varios familiares del ex futbolista prefieren que permanezca en Buenos Aires.

Maradona sufre una hepatitis tóxica aguda por el consumo de alcohol, su nueva adicción tras superar, según Cahe, su dependencia de la cocaína.

"Diego está haciendo un 'click' y recién ahora entró en el análisis de sus verdaderos problemas", dijo su médico personal, quien en ese aspecto ha coincidido con el director del sanatorio, Héctor Pezzella, quien afirmó que el ex jugador hace preguntas sobre los riesgos que le han provocado sus desarreglos alimenticios y el consumo de alcohol.

"Antes nos miraba con escepticismo, ahora escucha cuando le damos explicaciones", comentó Pezzella. "Diego está tomando conciencia de sus verdaderos problemas", añadió.

Según Pezzella, Maradona no tolera la medicación psicotrópica que recibe por vía oral. "Siente ardor y malestar gastrointestinal. Por eso veremos con los psiquiatras si ajustamos los sedantes", comentó el médico.