El presidente de Bolivia, Evo Morales, inauguró hoy la reforma de un campo de fútbol situado en la región de Potosí, a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, y jugó un partido contra mineros de la región.

Morales, gran aficionado al fútbol, aprovechó su discurso para criticar el veto de la FIFA a los partidos internacionales a más de 3.000 metros de altitud y aseguró que "no hay que tenerle miedo a la altura".

Desde hace meses, el mandatario protagoniza una campaña contra la decisión de la FIFA, a la que en las últimas semanas se ha sumado el ex astro argentino Diego Maradona, que incluso disputó un partido benéfico en La Paz, a 3.577 metros sobre el nivel del mar.

El mandatario jugó junto al equipo de funcionarios de Palacio Quemado contra un conjunto de mineros del lugar, con los que bromeó sobre la posibilidad de que fueran a reforzarse con futbolistas profesionales del Real Potosí, que disputa la Copa Liberadores.

La reforma que inauguró Morales, costeada por la cooperación venezolana, consistió en la instalación del césped sintético.

"Es obligación del Estado mejorar los campos deportivos" para que los jóvenes no caigan en el "alcoholismo" u otras actividades "ilegales" y puedan practicar el fútbol, dijo el mandatario.

El presidente, que a sus casi 50 años fichó la semana pasada por un equipo de la segunda división boliviana con el que no se presentó a disputar el primer partido, defendió que "el fútbol es integración, pero también es salud y educación". EFE