La violencia que genera el fútbol en el Ecuador avanza de manera temeraria, cada vez es peor y va arrastrando consecuencias graves. Este martes se conoció que la Policía Nacional no volverá a los estadios para brindar seguridad.
Varios heridos y hasta muertes, es el saldo que ha acumulado el accionar de los ‘malos hinchas’ en los escenarios ecuatorianos.
El pasado fin de semana, durante el ‘Clásico Capitalino’ entre D. Quito y LDUQ en el Olímpico Atahualpa, un efectivo de la Policía Nacional fue empujado hacia la fosa que separa a los graderíos de la cancha, y sufrió varias fracturas.
Esto ha colmado la paciencia de la fuerza pública, que se ha cansado de intentar brindar seguridad en los Estadios del país, sin efecto alguno, pues cada semana se ven cosas más sorprendes entre barra y barra.
El general Lino Proaño, comandante de Policía del Distrito Metropolitano de Quito, conversó con Fernando Baird de Área Deportiva acerca de la decisión que ha tomado la institución encargada de brindar seguridad a la ciudadanía.
De inicio, el gendarme, indicó que la Policía Nacional tiene que tomar sus decisiones, pues no se permitirá que la vida y la salud de sus efectivos sigan arriesgándose por un grupo de desadaptados.
La decisión que se ha tomado, por parte de los altos mandos del Ministerio del Interior, es que la Policía no brindará más la seguridad dentro de los estadios deportivos, pese a que la institución es la única, que según la CPE (Constitución Política del Ecuador) puede hacerlo.
La disposición del Ministerio se dio hoy y rige desde hoy. El contingente se hará en la parte externa de los escenarios, para cualquier situación, pero en la parte interna no habrá un tan solo policía.
[entrevista=249164,ancho=275,flotar=izq]Sobre los incidentes dados en el escenario del Batán indicó que se detuvo a 11 aficionados, pero luego de diversos trámites y aclaraciones como minoría de edad, quedaron 3 personas con prisión preventiva. La Policía Nacional ha pedido que se juzgue a los detenidos con todo el peso de la ley.
Comentó que la medidad no es con la intención de retirarse y dejar a la buena de Dios la seguridad en los estadios, pero considera que se debe sentar precedente y que la gente tome conciencia de que a los estadios se va a ver fútbol.