El delantero argentino Carlos Tévez, proclamado como el rei da bola (rey del balón) en Brasil, no ha negociado su traspaso al Chelsea inglés y debe jugar una temporada más en el Corinthians, informó su agente, Adrian Ruocco en una entrevista que publica O Estado de Sao Paulo.

El tiene ganas de continuar y está convencido de que no sale antes de diciembre, del próximo año, dijo Ruocco.

Carlitos está feliz aquí (en Brasil) y encantado con el cariño recibido. Cree que, para crecer más, tiene que ayudar al equipo en la Copa Libertadores, añadió el intermediario.

La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) proclamó el lunes a Tévez como el mejor futbolista del Campeonato Brasileño, que conquistó su club.

En declaraciones al programa deportivo de televisión Bem, amigos, el ariete de 21 años dijo sentirse muy feliz en el Corinthians, aunque admitió que estuvo a punto de regresar a su país en el comienzo de la temporada.

Tévez se enfrentó a golpes con el defensor Marquinhos durante un entrenamiento y dijo que volvió a casa llorando, a pesar de que la peor parte en la pelea la llevó su compañero.

Llegué a casa llorando y quise volver. No venía jugando bien. El Corinthians no estaba bien y pensé en salir, dijo el nuevo talismán de la entidad paulista.

LULA RECIBIÓ SU REMERA.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, un fanático del fútbol e hincha del Corinthians, recibió al plantel del flamante campeón nacional, que le visitó con el argentino Carlos Tévez a la cabeza.

El Apache le obsequió al jefe de Estado una camisa del Corinthians con el número 10 y el nombre Lula escrito en letras negras.

El presidente hizo bromas con el jugador argentino, le pidió que no repita el año próximo en el Mundial de Alemania lo que hizo este año en Brasil y se rió además de su exótico corte de cabello, que le deja una especie de surcos en la cabeza.

También Lula dijo que en sus buenos tiempos jugaba en la misma posición que Tévez, pero admitió que su habilidad no se comparaba con la del ex jugador del Boca Juniors.

Lula y los jugadores del Corinthians posaron para los fotógrafos con la copa de campeón nacional que el equipo de Sao Paulo recibió la víspera, en la fiesta con que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) clausuró la temporada.