Reducto de sueños.
La Radio Central tenía que presentar novedades. La primera fue aquella de Nueva porque como es lógico, todas las innovaciones le iban a dar ese título, como efectivamente aconteció. Arrendé un piso en el edificio Recalde, Pasaje Carlos Ibarra y empecé el cambio de imagen de la radio, le hice alfombrar, tenía sala de sesiones, oficina de dirección, gerencia, estudios de grabación y archivo de discos. Ese piso tenía una gigantografía de 11 caballos salvajes sin jinete y una pelota de fútbol. Una postal bella y muy llamativa por la fuerza de los nobles y el sublime mensaje del balón. Así tenía que ser la Nueva Emisora Central, así es hoy, explica Carlos Efraín.
LA CASITA DE LA ROCA
Siempre busqué la seguridad y comodidad para todos. La Nueva Emisora Central necesitaba tener su casa propia, donde todos trabajemos con alegría, buscando los objetivos diarios de información permanente y certera. Las instalaciones debían ser exclusivamente para un medio de comunicación, con la infraestructura adecuada, facilidad de parqueo y en definitiva, una casa. La idea era ubicarnos en el centro norte, donde tengamos todas las facilidades de desplazamiento y una gran amplitud. Después de analizar muchas opciones, decidimos, conjuntamente con Juanita, comprar una casita ubicada en la Roca 331 y Av. Seis de Diciembre.
La institucionalidad de Nueva Emisora Central se ha logrado con mucho esfuerzo y dedicación. Esta casa es frecuentada por el pueblo quiteño y será siempre el reducto ideal de grandes iniciativas, culminó Carlos Efraín Machado.