El francés Mathieu acaba con la aventura del peruano Horna.
El francés Paul-Henri Mathieu avanzó a la tercera ronda del Abierto de Australia, al vencer al peruano Luis Horna por 7-6 (3), 7-6 (7), 6-1, en dos horas un 39 minutos de un partido en el que el termómetro marcaba los 40 grados en la cancha.
Fue la segunda vez que Horna y Mathieu se enfrentaron en sus respectivas carreras, con el peruano imponiéndose por 6-4, 6-4 en el torneo de Montecarlo del 2003. Pero esta vez, el jugador galo fue superior.
Horna llegó a la tercera ronda, la mejor marca de su carrera en el primer Grand Slam del año, tras derrotar al cabeza de serie número 22, el joven francés Gael Monfils por 6-4, 7-5, 6-1 en primera ronda, y al alemán Bjorn Phau en segunda por 6-3, 6-2, 6-1.
En el primer set, Horna llegó a estar en ventaja de 5-2 con el servicio a su favor, después de romper el saque del francés en el primer y séptimo juegos, pero no pudo mantener dicha ventaja, con Mathieu quebrándolo en el octavo y en el décimo, para forzar el desempate donde prevaleció el europeo.
En el segundo set, Horna volvió a sacar una ventaja de 4-1 rompiendo el servicio del francés en el cuarto juego, pero Mathieu hizo lo propio en el séptimo, y nuevamente se llegó a un desempate que otra vez ganó el galo.
Al final de la segunda manga, Horna tuvo que ser asistido por el fisioterapeuta al sufrir molestias en su espalda.
El tremendo calor y dicha molestia en la espalda parecieron afectar al peruano en el último set, con el francés dominado ampliamente, y quebrando el saque de Horna en el segundo y cuarto juego, mientras que el suramericano sólo pudo ganar uno, el sexto.
Después del partido un Horna decepcionado explicó a EFE la derrota: Las dos primeras mangas fueron duras. En la primera estuve 5-2 arriba con el saque y en la segunda tuve un punto para ganar el set en el desempate, pero él jugó muy bien y cada vez que estuvo abajo subió mucho su nivel. En el tercer set, después de haber perdido los dos primeros, el cansancio y todas esas cosas que te rodean empezaron a afectarme más y ya no pude recuperarme.
Si hubiese ganado el segundo set, probablemente hubiera tenido un tercer aire que me habría permitido aguantar un poco más. Pero él mejoró mucho, fue preciso en los golpes y allí estuvo la diferencia, concluyó Horna.