Ferrero tiene ya la mente puesta en Lleyton Hewitt.
Aunque no lo exprese, Juan Carlos Ferrero tiene ya el ojo clavado en los octavos de final del Abierto de Australia, donde le encantaría medirse con el ídolo local Lleyton Hewitt, un partido en el que confía plenamente en sus posibilidades.
Tras demoler hoy al checo Tomas Zib, el valenciano expresó que su objetivo este año en la gira australiana era sin duda regresar al grupo de los diez primeros, algo que fue abortado por su prematura eliminación en Sydney.
Antes de venir mis expectativas eran entrar entre los diez primeros, pero al perder allí se me hizo un poco mas difícil; ahora me toca Tipsarevic, y luego en octavos tendría a Lleyton, si él va para delante, pero a partir de ahí puede pasar cualquier cosa, comentó el de Onteniente, que se mostró muy confiado.
Cuando a uno le salen las cosas bien parece otra cosa, pero siempre juego con la intensidad de hoy, dijo. Llevo entrenándome muy bien todo el mes de diciembre y el principio de este. La mala leche es que me tocó en primera ronda en Sydney contra Guiccione que no da nada de ritmo, pero todos los sets que jugaba, contra Blake, y los demás, los ganaba, y hoy he salido con mucha confianza y dominando de derecha.
Ferrero es consciente de que jugando a este nivel, depende de si mismo. Estoy jugando bien, a mi próximo rival (Janko Tipsarevic) no lo conozco mucho, pero si juego bien dependo de mis posibilidades, dijo el valenciano que aclaró que sus problemas en los abdominales han remitido. Hoy ha ido bien, y no quise sacar al cien por cien, pero físicamente me encuentro muy rápido y bien en la pista.
Hoy he jugado bastante tarde, pero de todas formas hay que jugar, bien con calor o con un poco de fresquillo por las noches, hay que salir a por todas y da igual el momento, apuntó.