La favorita número cinco, la belga Justine Henin-Hardenne, se proclamó ganadora del torneo femenino de Sydney al vencer, en un duro y dramático encuentro disputado en la pista central del Centro Internacional de Tenis del Parque Olímpico de esta ciudad, a la italiana Francesca Schiavone.

Tras tres horas de una intensa contienda, y en el partido más largo del torneo, Henin-Hardenne se impuso por 4-6, 7-5, 7-5 a una combativa italiana, que por momentos superó a la ex número uno del mundo.

El primer set fue arduamente disputado, con Henin quebrando el servicio de Schiavone en el primer juego y la italiana haciendo lo propio en el siguiente.

La belga se mostró insegura en su saque y muy imprecisa en sus golpes, en particular el revés, mientras la italiana acertaba en los suyos y presionaba continuamente a Henin.

Schiavone volvió a romper el saque de Henin en el sexto juego, y aunque Henin se recuperó rompiendo el de la italiana en el noveno, la peninsular quebró el de la belga en el décimo, mantuvo la diferencia y se aseguró el primer set.

En el segundo set, Schiavone comenzó con la misma agresividad del set inicial quebrando el saque de Henin en el cuarto juego.

Sin embargo, la belga pareció recuperarse mientras la italiana mostró signos de cansancio, y en el séptimo y undécimo juegos Henin rompió el servicio de Schiavone para asegurarse el segundo set.

El set decisivo, que fue suspendido cuando Henin-Hardenne ganaba 6-5 y 15-0 en su servicio, debió ser suspendido por veinte minutos debido a la lluvia que afectó el estadio.

La italiana rompió el saque de la belga en el segundo y octavo juegos, mientras que Henin Hardenne lo hizo en el tercero, noveno y undécimo para asegurarse la final tras una lucha que se ganó una cerrada ovación del público.