Sigue en el ojo de la tormenta, Carlos Bianchi.
El argentino Carlos Bianchi, entrenador del Atlético de Madrid, recibió las protestas del público del estadio Vicente Calderón, incluso pidiéndole su marcha, en el partido ante el Valencia, en el que el equipo rojiblanco sumó un punto que iguala su peor inicio liguero como local de su historia, junto al curso 1979-80.
Bianchi, vete ya. Esa frase fue coreada por gran parte de los espectadores en los últimos minutos del duelo del domingo, que agravó la inercia negativa del equipo madrileño, duodécimo en la clasificación, a cuatro puntos del descenso y diez de Europa, y que sumó su noveno encuentro consecutivo sin ganar en Liga.
La sustitución del búlgaro Martín Petrov por el argentino Maxi Rodríguez, en el minuto 70 de partido, encendió a los espectadores del estadio Vicente Calderón, que respondieron con una sonora pitada al cambio y que, con el paso del tiempo y con el empate en el marcador, profirieron gritos pidiendo la marcha del técnico.
El entrenador, al término del partido, explicó que el público tiene derecho a expresarse como desea.
Voy a seguir haciendo mi trabajo como hasta ahora y consciente de que las cosas se pueden revertir, valoró en la rueda de prensa posterior al encuentro.
El entrenador tiene toda nuestra confianza. No vamos a perderla por dos o tres partidos malos que haya hecho, apuntó.
Pero el Atlético aún no ha cumplido las expectativas creadas este verano con la llegada del entrenador argentino, que aterrizó en el club rojiblanco avalado por su sobresaliente palmarés, con cuatro Copas Libertadores y tres Intercontinentales, y acompañado de fichajes de entidad, como sus compatriotas Maxi Rodríguez y Luciano Galletti, el serbio Mateja Kezman o el búlgaro Martín Petrov.
A estas alturas de curso, el conjunto madrileño, que ha ganado cuatro de los dieciocho partidos disputados, suma veinte puntos, los mismos que en la temporada 1999-2000, la del descenso a Segunda División.
En casa, el Atlético iguala su peor registro de la historia en sus nueve primeros encuentros como local, una vez que sólo ha sumado once puntos, fruto de dos victorias y cinco empates.
Otros dos partidos, ante el Real Madrid (0-3) y el Getafe (0-1), se saldaron con derrota. Para hallar una cifra igual en casa en los más de cien años de historia del club rojiblanco hay que remontarse a la campaña 1979-80, en la que el Atlético presentaba idéntica trayectoria, aunque estaba dos puestos más abajo en la clasificación, en la que era decimocuarto.
El resto de cursos eran mejores que el actual en sus primeros nueve partidos como local. Y el siguiente examen en casa es el próximo miércoles, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Zaragoza, trasladado a esa fecha después de que una gastroenteritis aguda sufrida por 19 futbolistas rojiblancos obligará a aplazar el duelo, previsto inicialmente para el pasado 4 de enero.
El Atlético pretenderá reaccionar. Será en una competición en la que el conjunto rojiblanco se ha mostrado más fiable que en la Liga, ya que superó las dos primeras rondas, ante dos equipos de Segunda División B (Las Palmas y el Alcoyano), por 0-1.