El brasileño, que recayó frente al Villarreal de su anterior lesión, sufre una rotura fibrilar en el músculo sóleo de la pierna derecha que le tendrá más de 20 días en el dique seco.

Esta es la quinta lesión en apenas tres meses desde que comenzara su calvario en el derbi frente al Atlético de Madrid. Ronaldo no quiso hacer declaraciones tras salir de la clínica, pero su gesto reflejó la rabia y la impotencia que vive en los últimos tiempos.

Reapareció ante el Villarreal después de tres semanas de baja por la misma dolencia y volvió a recaer tras disputar apenas media hora de partido.

El jugador brasileño atraviesa su temporada más negra desde que está en el equipo blanco, donde cumple su cuarto año.

Sólo jugó 13 partidos de Liga, en los que metió nueve goles, pero siete de ellos los logró en las siete primeras jornadas. Empezó como un cañón y las continuas lesiones le está dejando en el piso.

Más cuesta abajo desde la llegada de López Caro
López Caro, el técnico madridista, diseñó fortísimos entrenamientos en las últimas semanas y muchos creen que aquí puede estar el origen de la nueva dolencia del brasileño, aunque el jugador lo negó al término del partido en Villarreal.

La nueva rotura muscular no puede llegar en un peor momento, tanto para él como para el propio equipo. La temporada culmina con el Mundial de Alemania 2006 y Ronaldo está muy preocupado.

El Real Madrid está a 13 puntos del Barcelona, el líder de la competición, después de conseguir apenas dos puntos en las últimas tres jornadas de Liga.

Cuando el club blanco destituyó a Vanderlei Luxemburgo el equipo estaba a seis puntos del Barcelona y la distancia aumentó significativamente en las últimas jornadas hasta los 13 actuales.

El conjunto blanco es sexto en la clasificación. Le cuesta un mundo marcar goles y en Villarreal volvió a demostrar tal carencia.

Allí lució una buena cara y jugó razonablemente bien, pero no marcó y se llevó un empate sin goles que de poco le sirve. El conjunto blanco está sin delanteros, pues Raúl sigue lesionado y no se sabe si reaparecerá pronto.

Julio Baptista fue la solución en las últimas fechas, pero el brasileño continúa sin acreditar la fama con la que llegó desde Sevilla y sólo cuenta con dos goles.

Por eso, los técnicos del club han pedido un esfuerzo a Antonio Cassano, su nuevo fichaje, para que acelere su preparación.

El italiano llegó fuera de forma tras tres semanas inactivo, donde acumuló cinco kilos de más, y completa un plan específico. Quizá su debut llegue antes de lo esperado, el próximo domingo, ante el Sevilla.