El Manchester United, con una alineación plagada de suplentes, se mostró incapaz de superar al modestísimo Burton Albion, un equipo de aficionados, en la tercera ronda de la Copa inglesa de fútbol, y, tras igualar sin goles, se tendrá que jugar el pase en un desempate que se disputará en Old Trafford.

Al igual que le ocurrió el año pasado al equipo de Sir Alex Ferguson con el Exeter City, no pudo superar en su primera tentativa a un modesto oponente, decimocuarto clasificado en una categoría regional y dirigido por el hijo de Brian Clough, Nigel.

Entonces, tuvo que recurrir en el desempate a los habituales para pasar de ronda (al final el United fue subcampeón).

Ahora, habrá que esperar a saber qué hace el técnico escocés una vez que su conjunto ha dicho adiós a la Liga de Campeones y tiene la Liga perdida por la distancia que lleva el Chelsea.

Wes Brown, Mikael Silvestre y John O Shea fueron los únicos habituales en el once inicial, en el que destacó la vuelta del delantero noruego Ole Gunnar Solskjaer después de 19 meses, así como la del joven español Gerard Piqué.

Los locales, incluso, tuvieron alguna ocasión para dar un disgusto mayor al Manchester, que mejoró algo y dio señales de peligro cuando entraron al campo en la última media hora Wayne Rooney y el portugués Cristiano Ronaldo, pero sin capacidad resolutiva, que deberá aparecer el miércoles en Old Trafford.

El domingo, no obstante, ofreció más sorpresas. La más destacada fue el triunfo del Leyton Orient, de cuarta categoría, sobre el Fulham, por 2-1.

El Leicester City, de Segunda, se impuso al Tottenham Hotspur por 3-2, y el Sunderland derrotó por 3-0 al Northwich.