Roberto Carlos acusa a algunos periodistas de engañar a la afición.

Enviado por roberto el Sáb, 07/01/2006 - 12:41

Una extraña decisión en una persona carismática y siempre amable con los medios de comunicación marcaba el cierre de 2005. Roberto Carlos, cansado de verse manipulado desde varios frentes, dejaba de hablar a la prensa en entrevistas personales y tras los partidos.

El brasileño ha vuelto a hablar ante los medios este sábado porque se lo ha pedido el Real Madrid. Lo ha hecho cargando contra algunos periodistas, a los que acusa de pasarse y engañar a la afición, y marcando una línea imaginaria en la que separa amigos de enemigos.

Muy tenso, buscando el cara a cara con algún periodista, enfadado por informaciones que considera manipuladas, cansado de escuchar el interés de otros equipos pero hablando en su discurso sólo de presente y dejando interrogantes sobre su futuro en el Real Madrid.

Salgo a hablar porque me lo ha pedido el club, avisaba.

Se ha unido a la línea crítica marcada por Ronaldo en su última comparecencia, pero precisamente fue él quien en su última entrevista personal, a Telemadrid, comenzó a cuestionarse su futuro. En ella se mostraba cansado de la soledad, de vivir alejado de sus hijos, que han alegrado los primeros días del 2006 con su visita a la capital de España.

Ha trascendido el interés de equipos dispuestos a pagar lo impagable por ver a Roberto Carlos en su Liga, como Arabia Saudí o Japón. El último en incorporarse era el fútbol turco.

Y si a los rumores se le unen actuaciones como la que tuvo en la desafortunada jugada en la que lesionó al osasunista Valdo, al que hoy pedía disculpas, su ausencia en la mesa de capitanes en la comida de Navidad y otros pequeños detalles, sumados llevaron al aficionado del Real Madrid a silbar a su jugador en un hecho inédito en su historia como madridista.

Todo lo que pasa este año conmigo me deja triste. Lo de la afición, las polémicas. Vivo del fútbol y vivo feliz. No tengo que dar explicaciones de nada. Hay periodistas que se pasan y engañan a la afición, con otros tengo una buena amistad, dice.

No entiendo como habláis del vestuario si nunca entráis en él. Hay buen ambiente, mucha confianza y no pueden perjudicarnos las críticas de la prensa. Yo digo unas cosas y algunos las utilizan para poner otras, agregaba.

Con la guerra abierta contra un sector de la prensa, Roberto Carlos debía una explicación por lo acontecido en la habitual comida navideña. Se apoyó en su forma de ser, en su naturalidad, para justificar su ausencia de la mesa de capitanes aunque admitió que ya ha hablado con quien se pudo sentir ofendido.

Mi mesa estaba vacía y me senté con Batista, Zidane o Robinho. Empezamos a contar chistes y estaba cómodo. Yo me siento donde quiera y como con quien quiera. Podía haberme cambiado de sitio y ponerme con los capitanes pero soy sincero.

De nuevo me he sentido utilizado por una parte de la prensa. Hablé con los capitanes, lo arreglé y no ha pasado nada. Es una cosa natural. No tengo que engañar a nadie ni tengo problemas con nadie. Fue una decisión mía y yo hago lo que quiero con mi vida, explicaba.

Su contrato dura hasta el 30 de junio de 2007, pero Roberto Carlos sólo ha hablado de los próximos cinco meses. Un periodo de tiempo que repitió en varias ocasiones dejando en el aire su próximo año vestido de blanco.

Me queda un año más pero tengo cinco meses para ganar los títulos que necesitamos. La temporada siguiente veremos si me presento. No quiero hablar del interés de nadie. Ya veremos lo que es mejor para mí y para el club, ahora es lo que menos me interesa. Lo que debe quedar claro es que no me iré del Real Madrid sin ganar títulos. Me iré cuando ganemos competiciones como cuando llegué, dice.

Tengo cinco meses para trabajar bien e intentar ganar los títulos. Soy brasileño, somos felices y no venimos a entrenar enfadados. No me importan resultados vivo intensamente al día. Lo que más me importa es hacer historia con el escudo del Real Madrid. Si puedo lo seguiré haciendo el año que viene, añade.

Son frases sinceras y duras, las realizaba Roberto Carlos en la Ciudad Real Madrid.

Para el lateral brasileño las críticas que se publican en la prensa perjudican a los jugadores jóvenes del Real Madrid, los veteranos como él ya están curados de espanto.

Y aunque deja la intriga de resolver su futuro en los próximos meses, sí hablaba con más sinceridad del que apunta como principal candidato al banquillo la próxima campaña, Fabio Capello.

Es para mí el entrenador más importante del mundo, el número uno. Está haciendo una labor grandísima en la Juventus. Es como mi padre, elogia.

Así, el día previo a superar un nuevo registro histórico, a Alfredo Di Stéfano cumpliendo 340 partidos en Primera división, Roberto Carlos ha marcado un antes y un después con la prensa.

Desde ahora y hasta el final de sus días en el Real Madrid ha marcado una imaginaria línea en la que separa amigos de enemigos. Otros, como Luis Figo, ya lo hicieron antes.