Antonio Cassano desató la pasión en los 600 aficionados que acudieron al estadio Santiago Bernabéu a su presentación como nuevo jugador del Real Madrid, que acabó con dos heridos leves cuando el delantero italiano regaló balones a los seguidores que se encontraban en el fondo norte.

Como es habitual en la presentación de los últimos fichajes del Real Madrid, Cassano cumplió con el ritual. Primero superó el reconocimiento médico, se desplazó al Bernabéu donde firmó su contrato y recibió regalos del club, antes de ser presentado en el palco de honor.

En esta ocasión sin el presidente Florentino Pérez (se encuentra fuera de España), que se perdió la primera presentación de uno de sus fichajes y con la ausencia de Alfredo Di Stéfano, presidente de honor del club, recuperándose en Valencia de una operación del corazón, fue el vicepresidente Emilio Butragueño quien actuó de maestro de ceremonias.

Tras el discurso de bienvenida y las primeras palabras del nuevo jugador madridista, Cassano bajó a los vestuarios para vestirse de corto, fotografiarse sobre el césped con su nueva camiseta y regalar balones a los aficionados, antes de cambiarse de nuevo y dirigirse a la sala de prensa para ofrecer su primera comparecencia oficial ante todos los medios de comunicación.

En el momento en el que se dirigió al fondo norte entre cánticos de los aficionados y comenzó a golpear balones para que llegasen a todos los sectores, dos jóvenes aficionados dieron el susto al caerse hacia filas posteriores y golpearse en la cabeza y el rostro. Fueron trasladados de inmediato a las oficinas del estadio, donde fueron atendidos de las brechas que presentaban.

A uno de ellos, un joven llamado Juan, Cassano le regaló un balón cuando se repuso del tremendo golpe que se llevó.