No solo la reelección.
El próximo 6 de enero se efectuará el Congreso del Fútbol Ecuatoriano, el cual reeligirá al Ing. Luis Chiriboga para el cargo de presidente de la Federación, reelección por demás justa si tomamos en cuenta las dos clasificaciones al campeonato del mundo, que refleja indiscutiblemente un crecimiento en la organización y planificación, factores que sustentan el éxito.
La reunión de los dirigentes del fútbol de nuestro país, no solo se debe enmarcar en la mencionada reelección, sino además en revisar algunos puntos importantes para la buena marcha del campeonato, preparación de la Selección y posterior participación de Alemania 2006. El sistema de campeonato será el punto de partida, una comisión formada por la Federación, sugiere un solo torneo en el año, con dos etapas de 18 fechas, de cada una los tres primeros equipos clasificarán a una liguilla final, con 3, 2 y 1 punto de bonificación respectivamente.
Las últimas experiencias han dejado como conclusión que los campeonatos largos no son del todo atractivos para el aficionado, los equipos que clasifican en la primera etapa, para la segunda no se exigen mayormente, en cambio otros utilizan la primera para probar e intentar resolver en la siguiente, sin que se genere expectativa, la misma que determina la presencia del público en los estadios. La temporada 2005 tuvo dos campeonatos, de acuerdo a datos estadísticos con asistencias superiores a temporadas anteriores, el de las asistencias debería ser el factor más importante a tomar en cuenta a la hora de elaborar un sistema de campeonato.
La Federación Ecuatoriana de Fútbol, debe prestarle principal atención a la conformación de dos comisiones, la de disciplina y arbitraje. Con mucha preocupación observamos cómo, la comisión disciplinaria, se dedicó a no sancionar jugadores que habían sido expulsados apoyándose en los videos, con esto se quitó respaldo al trabajo de los árbitros, lamentablemente algunos compromisos hacen aún que no se pueda proceder con total independencia. Los clubes están en el derecho de apelar una sanción, pero partiendo del principio de que un jugador expulsado es jugador sancionado, y luego, el establecer si un árbitro se equivocó o acertó en su decisión debería corresponder a la comisión académica de la comisión de arbitraje, y no a una comisión que está solo para sancionar de acuerdo a los informes. Es necesario reestructurar la comisión disciplinaria.
La comisión de arbitraje ha cumplido el mejor trabajo de las últimas que se recuerde, gente de la capacidad del Dr. Patricio Miño, Bommer Fierro, Roger Zambrano, por nombrar algunos, le han dado esa transparencia que se necesita en la actividad de impartir justicia, poniendo la capacidad y preparación del árbitro por sobre todo. Esta es la base para que sea ratificada en sus funciones, porque solo de esta manera se logrará la consolidación de una clase poco considerada y en muchos casos criticada sin tener mayor conocimiento en el tema.