El brasileño Cicinho, que ha sido presentado como nuevo jugador del Real Madrid, es considerado como el sucesor de Cafú en la lateral derecho de la selección cinco veces campeona del mundo.

El jugador de 25 años fue convocado por primera vez para la selección brasileña en abril pasado, para un amistoso contra Guatemala, y desde entonces quedó claro para el técnico Carlos Alberto Parreira que había encontrado la solución para uno de sus mayores problemas.

Es que Marcos Evangelista de Moraes Cafú, el más veterano de los jugadores de la selección brasileña y el futbolista que más veces ha vestido la camisa canarinha, tendrá 36 años en 2006, cuando se disputará la Copa del Mundo de Alemania.

Pese a que el capitán de la selección brasileña ha dicho que sueña con disputar el Mundial y convertirse en el primer futbolista del mundo en disputar cuatro finales de Copa del Mundo consecutivas, su edad conspira contra esa aspiración.

Tanto Parreira, como antes de él Luiz Felipe Scolari, han probado a diferentes jugadores en la lateral derecha de la selección y, hasta ahora, no había encontrado a un sucesor digno.

Cicero Joao de Cezare, o Cicinho, el apodo que recibió por su estatura (1,71 metros), demostró que tiene esas condiciones en junio pasado, cuando, como titular de la selección brasileña en el lugar de Cafú, conquistó la Copa de las Confederaciones, disputada en Alemania.

Ese título fue la catapulta que le permitió llamar la atención de los mejores clubes europeos.

En pocos días le llegaron propuestas del Manchester United inglés, del Betis y del Juventus y el Milan italiano.

La conquista en julio pasado de la Copa Libertadores de América con el Sao Paulo confirmó su condición de astro y reforzó los deseos de los clubes europeos.

El propio Cicinho fue consciente de ello y viajó a Italia el pasado mes de julio para solicitar el pasaporte italiano, al que tiene derecho por su ascendencia y las autoridades italianas le concedieron una autorización para jugar en ese país.

Estando en Italia, Cicinho supo del interés del Manchester United y viajó a Inglaterra para entrevistarse con el técnico Alex Ferguson.

Su transferencia al fútbol inglés era dada como cierta, pero estaba condicionada a que el lateral obtuviese el pasaporte italiano, lo que finalmente no ocurrió.

El lateral, nacido en Pradópolis, un pequeño municipio en el interior del estado de Sao Paulo, comenzó a jugar al fútbol en 1986 con los juveniles del Botafogo de Ribeirao Preto y es considerado un defensa con clara vocación ofensiva.

Sus peligrosas y continuas subidas al área rival han sido una de las principales armas ofensivas del Sao Paulo, así como su fuerte remate.

Prueba de ello son los nueve goles que anotó con el Sao Paulo en la última temporada pese a ser un lateral, lo que le convirtieron en el segundo mayor anotador del club tricolor.

El lateral fue precisamente el autor del gol número 10000 del Sao Paulo en el principal torneo sudamericano.

Así como Cafú, Cicinho es un evangélico practicante y atribuye a Dios sus dones futbolísticos y sus conquistas deportivas.

El lateral, cuya principal afición después del fútbol es la pesca, alcanzó la fama en el Sao Paulo tras haber pasado sin pena ni gloria por el Atlético Mineiro en dos ocasiones, 2001 y 2003, y por el Botafogo carioca, en 2002.

Asegura que la mayor felicidad de su vida fue conquistar el título de la Copa Libertadores de América el pasado julio, lo que le permitió disputar el Mundial de Clubes en Japón y lograr su último triunfo.