En el estadio Olímpico, la Roma recibió al Chievo y lo goleó por 4 a 0, con un doblete de Francesco Totti (el primero de penal) y goles de Simone Perrotta y Rodrigo Taddei.

Con este resultado, la Roma suma 24 puntos y enganchó a la Lazio en la octava posición, mientras que el Chievo sigue con 27 y mantuvo la sexta ubicación.

El resultado, al cabo de los 90 minutos, fue justo, pero hay que decir que el partido se destrabó luego de una media hora muy equilibrada gracias a aun penal inventado por el referí: el arquero Squizzi salió a achicar en un mano a mano ante Tommasi y se chocó con el volante luego de haber atajado su disparo, en una jugada absolutamente casual.

Pero Totti transformó la pena máxima en gol y desde ahí comenzó un nuevo partido, ya que el Chievo tuvo que salir y regaló espacios para los contragolpes de la Roma, magistralmente conducidos por Totti, por lejos la figura de la cancha.

Así, siete minutos después del primero llegó el segundo, una transición de Totti quien definió con un disparo de zurda desde el borde del área, con la complicidad de Squizzi, quien se lanzó en evidente retardo.

En el complemento la suerte del Chievo quedó sellada cando D'Anna, ya amonestado, volvió a ver una tarjeta amarilla y tuvo que dejar la cancha, en otra decisión por lo menos discutible del referí.

Claro que la Roma, con hombre de más y dos goles de ventaja, no tuvo dificultades en redondear la goleada, llegada con un disparo de Perrotta luego de una percusión central de casi 40 metros del volante y con un toque suave de derecha de Taddei luego del centro desde la derecha de Kharja.

Para la Roma fue fundamental cerrar el año con este buen resultado en su cancha, algo que casi nunca había podido lograr en todo el 2005. El hecho de jugar sin delanteros, una vez más, acabó favoreciéndola, porque la defensa del Chievo no tuvo puntos de referencia y se encontró en problemas.

El Chievo por segunda vez consecutiva perdió claramente como visitante, y no quisiéramos que eso significara un relajamiento de sus jugadores luego de los muchos cumplidos recibidos. De cualquier manera, en este caso el partido fue pesadamente condicionado por el mal arbitraje.